La Comisión Europea advirtió ayer de que la actual crisis económica podría tener como consecuencia un aumento de las disparidades en materia sanitaria en el seno de los grupos sociales más afectados por la recesión como los parados.
El Ejecutivo comunitario presentó ayer una batería de medidas para luchar contra la desigualdad en materia sanitaria y se ha comprometido a ayudar a los Estados a los países a usar los fondos europeos para mejorar la salud de la población más desfavorecida y reducir las disparidades entre las regiones europeas, por ejemplo en servicios sanitarios básicos, sistemas de canalización de agua y renovación de viviendas.
Con esta iniciativa, Bruselas quiere mejorar el conocimiento sobre estos aspectos, garantizar un mejor seguimiento de la situación sanitaria y contar con datos más fiables para evaluar la capacidad de las políticas europeas para luchar contra la desigualdad. En 2012 habrá un primer informe sobre los avances realizados.
A pesar del aumento de la prosperidad y los progresos globales en el sector europeo de la salud, no sólo persisten las diferencias entre los países y en el interior de los mismos sino que, en algunos casos, incluso se acentúan.
Así, por ejemplo la diferencia en la esperanza de vida al nacer puede variar ocho años en el caso de las mujeres y hasta catorce en el de los hombres. Las razones que explican esas diferencias son complejas y se deben a toda una serie de factores como el nivel de ingresos, la educación, las condiciones de vida y de trabajo, los hábitos higiénicos y el acceso a la atención sanitaria.
Los comentarios están cerrados.