El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, subrayó este sábado el hecho de que la Seguridad Social de nuestro país «soporte» la crisis económica mejor que casi todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), lo que «garantiza las pensiones de los españoles y el funcionamiento del sistema».
El caso de España es de «las poquísimas administraciones» de Seguridad Social de todos los países de la OCDE, «de los países más ricos del mundo», que está «soportando la crisis económica especialmente intensa», a la vez que destacó que 2009 finalizará con «un superávit muy cercano al previsto en los presupuestos».
De cara al próximo año, Granado destacó que los presupuestos de la Seguridad Social «mantienen su superávit y su compromiso con la mejora de las pensiones más bajas», de las que dijo que crecerán «muy por encima de la inflación y seguirán ganando poder adquisitivo».
También significó que ahora ocurre lo contrario que en otras ocasiones, ya que los pensionistas son en la actualidad «un factor de ayuda a las familias» en crisis, frente a otros momentos, cuando «las familias de los jubilados tenían que soportar la crisis familiar a la vez que ayudar a los mayores».
Granado explicó que este año no habrá revisión de las pensiones en noviembre para compensar el crecimiento del IPC, como es habitual, ya que al no haberse producido desviación de la inflación, el aumento medio del dos por ciento será «un crecimiento del poder adquisitivo» de los pensionistas.
Granado participó este sábado en la cuarta Escuela de Otoño de Juventudes Socialistas de Castilla y León, recordando su pasado político como portavoz socialista en las Cortes regionales, y con críticas a la política del Gobierno de la Comunidad autónoma.
Así, aseguró que la Junta «se limita a administrar la decadencia», y «más que impulsar el crecimiento y desarrollo económico de Castilla y León se limita a administrar los recursos que le transfiere el Estado y a tener siempre una queja plañidera contra éste, incapaz de resolver todos los problemas por su cuenta».
Junto a Enrique Clemente, que fue consejero del PSOE en la Junta, apuntó como problemas que «arrastra» Castilla y León la despoblación y la falta de vertebración económica entre las provincias, animando a que sea su partido quien ofrezca «un impulso político que unifique la acción económica de empresarios y emprendedores».
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