La dirección de Ford España presentó ayer a los sindicatos de la planta de Almussafes (Valencia) una nueva propuesta de convenio colectivo para los próximos cinco años, que contempla entre los aspectos más destacados la conversión de 700 puestos de trabajo temporales en indefinidos, informó la compañía.
De esta forma, Ford mantiene su oferta de jubilación parcial, lo que permitirá tanto la transformación de empleos eventuales en fijos, como la re-contratación de los trabajadores que se hayan acogido al programa de bajas incentivadas (400 personas).
Ford indicó ayer que ha ofrecido un compromiso de recolocación para 400 de los 600 empleados afectados por el ERE, mientras que espera cubrir las 200 salidas restantes mediante bajas incentivadas y prejubilaciones.
Además, desde el punto de vista salarial, la empresa ofrece un aumento igual al IPC para cada año. En 2009, propone aplicar un incremento del 2%, en línea con la previsión oficial, que se aplicará aunque la inflación se sitúa por debajo de ese nivel, y que afectará a sueldos, salarios y demás conceptos retributivos, salvo a las horas extraordinarias.
Para cada año de vigencia, Ford plantea una cláusula de revisión salarial, siempre en beneficio del trabajador, en caso de que el IPC real supere el previsto. En el supuesto contrario, nunca se detraerán los incrementos ya abonados.
Ford España ofrece también en su propuesta de convenio la puesta en marcha de cuatro promociones de aprendices en los próximos años, con el compromiso de contratar con carácter indefinido a 20 personas de cada promoción.
«LA MEJOR OFERTA POSIBLE».
Para el director de fabricación de Ford España, Antonio Adés, la oferta de la empresa supone uno de los mejores convenios de la automoción en el país. «Es la mejor propuesta que hemos podido plantear pensando en las aspiraciones de la plantilla y a la vista de la situación económica», añadió.
Dirección y sindicatos de Ford retomaron hoy las negociaciones sobre el XV convenio colectivo que quedaron paralizadas el pasado mes de abril después de que la última propuesta de la empresa, que contaba con el respaldo del sindicato mayoritario (UGT), fuera rechazada por la plantilla en referéndum.
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