Las dificultades de control a la hora de enfrentarse a las nuevos productos creados en Internet son una de las mayores preocupaciones a las que se enfrenta la Agencia Española de Protección de Datos (AEDP), según manifestó el jueves su director, Artemi Rallo, en rueda de prensa.
Las redes sociales y sus políticas de privacidad preocupan especialmente a la AEDP, que ha declarado que está trabajando estrechamente con los principales proveedores de estos servicios en España: Facebook y Tuenti.
‘Muchos de estos servicios han tenido un éxito reciente extraordinario, seguramente ni siquiera intuido por quienes los crean y ello ha hecho que ese éxito no haya ido acompañado de una configuración escrupulosamente respetuosa con las exigencias básicas de la protección de datos personales’.
La extensión de estas herramientas ha generado numerosas problemáticas, especialmente en lo que respecta al acceso y protección de los menores de edad, la incorporación de información personal de terceros sin consentimiento del titular o la suplantación de identidad, llegando a recibir la AEDP 25 recientes referidas a estas cuestiones.
Por otro lado, el 60 por ciento de los españoles, según una encuesta reciente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cree que el acceso a Internet de los menores debería estar restringido, siendo los padres los principales responsables de esta limitación para el 85 por ciento de los entrevistados.
Sin embargo, más del 80 por ciento de los padres declara ejercer control sobre el uso de Internet de sus hijos siendo la limitación del tiempo y el tipo de páginas web los métodos más empleados para este efecto, aunque esta limitación decae con el aumento de la edad de los hijos.
‘La preocupación de los padres deriva del hecho de que el suministro de información personal en un menor es el presupuesto en tantas y demasiadas ocasiones para conductas delictivas que pueden ser protagonizadas por desaprensivos que disfrazan su personalidad fácilmente en Internet para posteriormente cometer este tipo de conductas vinculadas con el acoso de naturaleza sexual’, manifestó Rallo.
FALTA DE HÁBITO
El último barómetro realizado del CIS, correspondiente a septiembre de 2009, también reveló que los métodos de pago en Internet continúan generando desconfianza entre más de la mitad de los usuarios, algo que Rallo atribuye a la ‘falta de hábito’ de los internautas, que ‘no han interiorizado la seguridad de los datos en Internet’.
El director de la AEDP destacó el aumento de la concienciación por parte de los ciudadanos a la hora de facilitar sus datos personales y comentó las diferencias de percepción de los usuarios entre la Administración Pública y las empresas privadas, en especial los comercios y las compañías de teléfono o agua.
‘Los ciudadanos perciben como más seguros sus datos cuando son utilizados en el ámbito público y menos seguros en el sector privado’, dijo Rallo. ‘Todavía existe una notable falta de cooperación del mundo de la empresa para garantizar estos derechos de los ciudadanos’.
Tras diez años en vigor, todavía se detectan numerosas deficiencias en el cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos, especialmente por las pequeñas y medianas empresas, aunque remarcó que el fichero de la AEDP cuenta con más de un millón y medio de registros.
‘Todavía hay mucha pequeña empresa que todavía desconoce las obligaciones básicas de la Ley Orgánica de Protección de Datos’, señaló.
Destaca el hecho de que casi un 70 por ciento de los encuestados declaró en la encuesta del CIS haber recibido llamadas o mensajes de compañías a las que no tiene constancia haber dado sus datos personales y el 83 por ciento de los internautas confesó haber recibido correos electrónicos no deseados (spam), algo que Rallo calificó como un ‘mal endémico que se consolida en esta encuesta’.
La preocupación sobre el derecho de los ciudadanos a la cancelación de sus datos personales también quedó reflejada en el barómetro del CIS, donde más de la mitad de los que declaran haber intentado cancelar sus datos manifiesta que la tarea ha sido ‘difícil o muy difícil’.
La AEDP trata de resolver de manera personal estos conflictos tras las denuncias, pero también solicita una responsabilidad y especial cuidado por parte de los ciudadanos.
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