El Estatuto del Autónomo sólo ha servido para “amortiguar” el efecto de la crisis sobre los emprendedores, que atraviesan, coincidiendo con el segundo aniversario de la entrada en vigor de esta norma, el peor momento de su historia.
El próximo martes, 12 de octubre, se cumplen dos años desde la entrada en vigor del Estatuto en un momento en el que la situación de los autónomos supera “la peor de las previsiones”, según lamenta la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) en una nota de prensa.
El secretario general de UPTA, Sebastián Reyna, afirma que “en los meses posteriores a su aprobación –del Estatuto- se produjo un crecimiento porcentual del trabajo autónomo que, posteriormente, se frenó en seco por el efecto de la crisis, que está siendo especialmente virulenta para este colectivo”.
Para Reyna, aunque algunas medidas que incluye el Estatuto han tenido “efectos amortiguadores, quizá el principal resultado ha sido el de la nueva visibilidad del colectivo, presente de forma más protagonista en la agenda pública diaria”.
“Sin el Estatuto, el colectivo hubiera tenido muchos más problemas a la hora de trasladar sus dificultades y adoptar las medidas consideradas imprescindibles para su recuperación”, añadió.
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