British Airways estudia recortar 1.000 puestos de trabajo de su plantilla de tripulantes de cabina a partir de finales del próximo mes de noviembre como parte de un plan de reducción de costes para afrontar los ‘números rojos’ que arrastra la aerolínea.
Según confirmaron a Europa Press fuentes de la compañía británica, British Airways lleva nueve meses manteniendo reuniones con los sindicatos de cabina para alcanzar un acuerdo sobre un expediente de bajas voluntarias incentivadas y la reducción a la mitad de la jornada laboral de 3.000 auxiliares de vuelos.
Asimismo, desde la aerolínea, en proceso de fusión con Iberia, indicaron que el recorte del personal de cabina «se dirigirá» a los empleados de British en el aeropuerto de Londres-Heathrow, ya que los costes derivados de las cabinas que operan en éste «son más elevados que los de Gatwick», entre otros.
Además, los pilotos de la aerolínea británica han aceptado la aplicación de un recorte salarial del 2,6%, que permitirá a la aerolínea británica unos ahorros por valor de 26 millones de libras (30,1 millones de euros).
BA, que suprimirá 450 puestos directivos dentro de su plan de recorte de costes, ha ofrecido a 1.400 directivos un programa de bajas voluntarias. La compañía ha aceptado ya la solicitud de bajas de un tercio de los directivos incluidos en dicho programa que abandonarán la compañía a finales de este año.
British Airways acumula unas pérdidas netas de 106 millones de libras (124,4 millones de euros) en el primer trimestre de este ejercicio fiscal, frente a un beneficio de 27 millones de libras (31,6 millones de euros) en el mismo periodo del año anterior.
La compañía anunció que incrementaría su liquidez en 600 millones de libras (693 millones de euros) mediante la emisión de deuda convertible por valor de 300 millones de libras (346 millones de euros) y a través de la revisión del plan de pensiones, que le permitirá obtener otros 300 millones de libras en garantías (más de 382,7 millones de euros).
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