La destrucción de empleo en España sigue siendo la más profunda de la UE, hasta el punto de que tres de cada diez nuevos parados de la UE al cierre de 2009 serán españoles, según el ‘Euroíndice Laboral de IESE-Adecco‘.
Así, la tasa de paro de la UE se incrementará en 2,5 puntos porcentuales, hasta el 10,3% al final del año, pero si se excluye a España del cálculo, el incremento se reduce a 1,8 puntos porcentuales.
En cifras absolutas, España ha sufrido el mayor recorte en el número de ocupados, con una pérdida interanual de 1,4 millones de empleo (-7,2%). Esto implica que prácticamente uno de cada dos empleos perdidos en la UE en los últimos doce meses han sido españoles.
Con todo, al contrario que el resto de países, España «moderará un poco» la magnitud del incremento interanual de la tasa de paro, que alcanzará el 19,2%, aunque seguirá teniendo la ratio más alta, y más de 4,4 millones de desempleados.
SUBIR EL SMI NO ES BUENO PARA EL EMPLEO.
Por el contrario, el salario mínimo interprofesional (SMI) español supera en un 7,5% la media europea, con 728 euros frente a los 678 euros de media en la UE. Además, es el que más se ha incrementado, hasta un 71% entre 2000 y 2009.
Según la empresa de trabajo temporal, «teniendo en cuenta que el incremento del salario mínimo tiende a elevar la tasa de desempleo en España», si en 2008 esta remuneración hubiese sido de 447 euros en lugar de 728 euros, la tasa de desempleo podría haber sido de un 10,3% y se habrían salvado 228.000 ocupados más.
Así, el informe señala que la fijación de un mínimo en las remuneraciones conlleva «dificultades prácticas insolubles» que hacen que éste incida negativamente en el nivel de ocupación. «En lugar de favorecer a los más desprotegidos, el salario mínimo puede afectar negativamente la inserción laboral de aquellos con menor formación», concluye.
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