El ex ministro de Administraciones Públicas y Senior Adviser de PriceWaterhouseCoopers (PWC), Jordi Sevilla, apostó hoy por mantener los estímulos públicos a la economía hasta que se consolide la recuperación, acometer desde los Presupuestos para 2010 una reforma fiscal, que desemboque en un sistema «más equitativo», y aplicar una reforma laboral para abaratar los costes laborales de las empresas.
Durante un desayuno informativo organizado por la Asociación de la Prensa de Información Económica (APIE), Sevilla comenzó mostrando su preocupación por que la economía saldrá de la crisis peor de lo que entró, desbancada del octavo puesto entre las economías mundiales, y consideró que «si no se hace nada, todo irá a peor».
En primer lugar, consideró que el proyecto de Ley de Presupuestos para 2010 se ha quedado corto, tanto a la hora de reordenar el entramado fiscal, como en aras de avanzar hacia un nuevo modelo económico, que esperó se produzca en el marco de la Ley de Economía Sostenible.
En este ámbito, Sevilla consideró «urgente» abordar un debate de presupuestos «no sobre cantidades, sino sobre calidades». En su opinión, no se debe hablar por tanto de subidas o bajadas de impuestos, sino de las «inequidades» existentes. «A mí no me hubiera obsesionado tanto el déficit», agregó.
«Es una reforma pendiente que nuestros sistema de ingresos tributarios sea más equitatitivo», aseguró para añadir a renglón seguido que no está en contra de que se suban impuestos, «siempre que se haga de forma equitativa», como lo sería, a su juicio mantener la deducción de 400 euros para las rentas más bajas.
Más aún consideró que la «carrera a la baja» de los últimos años en los impuestos había llegado a niveles «temerarios» en términos de ingresos y apostó por que la subida del IVA se aplique desde el 1 de enero de 2010, y no desde julio.
EL GASTO NO ESTÁ DETRÁS DE LA CRISIS
Por el lado de los gastos, también consideró que debe abrirse un debate sobre «eficiencia». En su opinión, «el problema de la economía española no es exceso de gasto público o el déficit», ya que ambos son necesarios para compensar el parón de la actividad en el sector privado. Más aún, consideró que «ha ayudado a que la crisis no sea peor», por lo que debería mantenerse durante 2010.
Más concretamente, tras el recorte de la oferta pública de empleo para 2010, el ex ministro de Administraciones Públicas, hizo un comentario al respecto: «No creo que sea ineficiente el gasto en funcionarios, porque una administración no funciona sino hay personal eficiente, motivado y bien retribuido».
Asimismo, pidió abandonar la cultura de los «presupuestos acumulativos» y consideró útil realizar una evaluación anual de la eficiencia del gasto público .
MENOS COSTES LABORALES PARA LAS EMPRESAS
Por otro lado, Sevilla también consideró necesario abordar una reforma laboral, «sin que nadie pierda derechos», que ahonde en menores costes laborales para las empresas, con el objetivo de generar más empleo y de más calidad. Según Sevilla, España no genera «suficiente empleo», cosa que «no se arregla abaratando el despido», sino con mercados más liberalizados o con la aplicación inmediata de la Directiva de Servicios.
Ahora bien, consideró necesario motivar una mayor contratación menos precaria a partir de algunas «modificaciones institucionales», como extender el contrato indefinido creado en 1997, más barato, con una indemnización de 33 días por año, mejorar las cláusulas de descuelgue y rebajar las cotizaciones en los contratos indefinidos.
Ahora bien, el ex ministro de Administraciones Públicas apuntó que cualquier reforma laboral debería aprobarse con el acuerdo de los agentes sociales. En este punto, confió en que sea posible retomar el diálogo social y dijo «tener razones para pensar que las posiciones en estas cuestiones no están tan alejadas como parecen».
Asimismo, también instó a aplicar un plan específico para reactivar la construcción, ya que, según dijo, si no se logra alcanzar una «velocidad de crucero» en el sector residencial, sobrepasando la iniciación de 200.000 viviendas anuales, no será posible salir de la crisis. Por último, llamó a acelerar el proceso de reestructuración de la banca, para permitir un mayor flujo del crédito.
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