Los ministros de Economía de la eurozona acordaron este jueves durante la reunión informal que celebran en Gotemburgo no retirar las medidas anticrisis de estímulo fiscal ni iniciar la consolidación presupuestaria al menos hasta 2011. El motivo es que la situación económica sigue siendo «muy frágil» y que la supresión del apoyo público podría provocar una recaída en la recesión, según explicó el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, se mostró de acuerdo con esta decisión y dejó claro que las medidas de estímulo deben mantenerse durante todo el año 2010 porque «la recuperación no está aquí». Pese a ello, Salgado afirmó que no ve contradictorio mantener el estímulo y al mismo tiempo subir los impuestos ya desde el año que viene, como ha aprobado el Gobierno, y recordó que otros países como Reino Unido o Finlandia también aumentarán la presión fiscal.
«La situación económica, aunque presenta signos positivos, sigue siendo muy frágil», resaltó Juncker. Por ello, prosiguió, «todavía no ha llegado el momento de retirar los estímulos presupuestarios». «Pensamos que las estrategias de salida, que deben prepararse ya este jueves, podrán aplicarse durante el año 2011», siempre que para entonces la recuperación se haya consolidado, insistió el primer ministro luxemburgués.
En el mismo sentido se manifestó el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia. «El momento de diseñar y pactar la estrategia de salida es ahora», señaló, «pero el momento de aplicar esta estrategia llegará cuando la recuperación se consolide». Esta estrategia de salida debe incluir no sólo la retirada de los estímulos fiscales, sino también una estrategia a medio plazo de consolidación de las finanzas públicas y reformas estructurales para mejorar el potencial de crecimiento y la resistencia de las economías europeas ante futuras crisis.
Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, reclamó que la consolidación presupuestaria se haga «tan pronto como empiece la recuperación» y «aplicando rigurosamente el Pacto de Estabilidad». «A nuestro juicio, debe hacerse como muy tarde en 2011», dijo Trichet.
Por lo que se refiere a las medidas extraordinarias adoptadas por el BCE para apoyar a la banca, Trichet reiteró que «se retirarán sin problemas cuando sea necesario» para garantizar la estabilidad de precios. Tanto Trichet como Juncker y Almunia aseguraron que la retirada de estímulos monetarios y fiscales se realizará de manera coordinada y resaltaron que la comunicación entre el BCE y los Gobiernos es «permanente».
«Durante todo el año 2010, todos los países europeos vamos a seguir con los estímulos fiscales. Y en la medida en que la recuperación se vaya consolidando, algunos de estos estímulos demostrarán ser no necesarios. Pero mientras lo sean, los tendremos», señaló la vicepresidenta económica del Gobierno en declaraciones a la entrada de la reunión.
Salgado reiteró que, a su juicio, «la recuperación empezará en 2010, quizá la segunda parte del año». Por ello, consideró que «2011 podría ser un año adecuado» para retirar las medidas de estímulo. Al ser preguntada por si la subida de impuestos, entre ellos el IVA, aprobada por el Gobierno no supone de hecho una retirada del estímulo fiscal, Salgado resaltó que España no va contracorriente y recordó que «algún otro ministro también ha adoptado medidas en ese sentido» y citó los casos de Reino Unido y Finlandia, países que también tienen previsto subir el IVA.
La vicepresidenta económica también negó que haya descoordinación entre los países europeos pese a que algunos Gobiernos, como Francia o Alemania, tienen previsto subir los impuestos. «Algunos bajan unos impuestos y suben otros o ponen unos nuevos, como algunos impuestos medioambientales. Yo creo que hay muchas alternativas posibles y cada país tiene que encontrar su camino», señaló.
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