Cada vez llegan menos inmigrantes a España mediante los mecanismos de entrada legal dispuestos por el Gobierno. La crisis económica arroja un descenso global de las llegadas que supera en algunos casos el 99 por ciento, según datos oficiales recogidos por Europa Press.
Este es el caso del Contingente de Trabajadores Estables, sistema por el que el Gobierno ofrece empleos en el extranjero a petición de las comunidades autónomas que tienen vacantes por cubrir. En el primer semestre de este año alcanzó un mínimo histórico, con un total de ocho personas contratadas frente a las más de 1.100 del mismo periodo en el año anterior, lo que supone un descenso del 99,27 por ciento.
En todo el año pasado llegaron a España por esta vía 1.380 personas, lo que ya suponía una quinta parte de las contrataciones firmadas en 2007 (5.727), según los datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, cuyo titular, Celestino Corbacho, vaticinó el 3 de septiembre de 2008 que a lo largo de 2009 la caída sería aún mayor y las ofertas se aproximarían «a cero».
El contingente se diseña anualmente y puede sufrir variaciones en función de las oscilaciones del mercado de trabajo. Por eso, aunque el Consejo de Ministros aprobó para 2009 un total de 901 empleos que abarcaban desde higienistas dentales hasta ingenieros, a finales de junio sólo habían sido 8 las ofertas materializadas.
La crisis económica también ha hecho mella en el Régimen General, donde se engloban tanto las autorizaciones de residencia y trabajo por cuenta ajena solicitadas dentro de España, como las cursadas en virtud del catálogo de ocupaciones de difícil cobertura (puestos que no se consiguen cubrir de otro modo).
Así, frente a las más de 136.600 autorizaciones iniciales de residencia y trabajo por cuenta ajena que se concedieron en todo 2008, en la primera mitad de este año se aprobaron algo más de 10.400. El pico más alto se había alcanzado en 2007, con 178.340 permisos reconocidos, 58.000 más que un año antes.
Las cifras del Ministerio de Trabajo e Inmigración también arrojan una caída en la contratación de temporeros. Si en 2006 llegaron a España 78.300 inmigrantes para trabajar en el campo, en 2007 fueron 64.716 y 41.339 el año pasado. A 30 de septiembre de este año habían sido contratados 23.000 extranjeros, la mayoría de ellos para la campaña de recogida de la fresa.
Otro de los cauces legales previstos para la entrada de inmigrantes en España es la reagrupación familiar, que también se ha visto afectado por la situación de los extranjeros en España. Mientras el año pasado el Gobierno concedió autorizaciones de residencia a 95.410 personas que vinieron para vivir con sus familias, en la primera mitad de 2009 han sido 38.279 los permisos reconocidos.
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