El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia ha decidido congelar para 2010 los impuestos, las tasas y precios públicos, así como el suelto de «todo el personal político», en el que están incluidos concejales, asesores y trabajadores adscritos a los dos grupos municipales, PP y PSPV.
Así lo explicó la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, que destacó que esta medida se ha tomado «por segundo año consecutivo» y apostó por «controlar el gasto público» para «ayudar a la economía» y «no perjudicar a las familias». Asimismo, anunció el desarrollo de un «plan de austeridad», como el aplicado en su gestión el pasado año y que «ha funcionado», dijo.
Barberá realizó estas declaraciones durante la rueda de prensa que ofreció para informar de los temas tratados en la Junta de Gobierno Local celebrada el viernes en el consistorio. Comentó que esta decisión se abordará la próxima semana en la Comisión de Hacienda y en el pleno ordinario del mes de septiembre.
La alcaldesa explicó que se ha adoptado «dadas las circunstancias económicas en las que está el país y las previsiones» al respecto, que apuntan una «situación grave», agregó. Criticó que desde el Gobierno central «no se ha acometido ninguna medida para paliar la crisis una vez más».
Resaltó que, por contra, el Ayuntamiento de Valencia, «desde su pequeñez y responsabilidad enorme» pretende tomar decisiones para «dejar en los bolsillos de los ciudadanos algo más de dinero» con el fin de que «puedan invertir y consumir». «Valencia no se suma a la política de Zapatero y hace lo contrario de lo que anuncia» el presidente del Ejecutivo central «para mejorar la economía» y «contribuir a dinamizarla», sostuvo.
La primera edil afirmó que la «prioridad» de su equipo de gobierno es «dinamizar la economía, crear empleo y disminuir el gasto», al tiempo que apostó por aplicar para el próximo ejercicio un nuevo «plan de austeridad» en la gestión municipal. Aseguró que «el plan de austeridad anunciado el año pasado ha funcionado» porque se ha logrado «rebajar el gasto».
Apuntó que en breve dará a conocer estos resultados y subrayó su voluntad de «continuar haciendo una gestión más austera, eficaz y lo más responsable posible», así como trabajando por la «estabilidad» y «solvencia» financiara. Respecto al presupuesto del consistorio valenciano para 2010, Barberá avanzó que se hará «ligeramente restrictivo».
En este sentido, estimó que las aportaciones de la administración central a la local sean prácticamente «cero» y censuró que el Ejecutivo central no haya acometido la financiación local al mismo tiempo que la autonómica a pesar de que se había «comprometido» a ello. Indicó que para el próximo año, la «bajada» de la participación de los ayuntamientos en los recursos del Estado «puede ser guapa».
La alcaldesa comentó que la actual situación económica ha hecho bajar los ingresos de todas las administraciones. Apuntó que en el caso del Ayuntamiento de Valencia, entre agosto de 2008 y agosto de 2009, impuestos como el que se paga sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) se ha reducido en 8 millones de euros; que el de licencias urbanísticas ha descendido en 900.000 euros, y que el de tasas por vallas y andamios lo han hecho en 340.000 euros.
«QUEDARSE EN EL PODER»
Rita Barberá criticó que el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, «nuevamente miente» y «pone en peligro la economía de España y de los españoles con tal de quedarse en el poder». Consideró que el jefe del Ejecutivo central «va a la deriva» y lamentó que «descalifique el rigor de los últimos informes dados por la OCDE» respecto a la situación económica.
Manifestó que en momentos como el actual lo que se ha de hacer es «dar seguridad y confianza en lugar de improvisar día a día» y «confundir». Sostuvo que el actual es un momento de «desbarajuste», el «más descoordinado» y la «peor» etapa de la política de Rodríguez Zapatero, al tiempo que advirtió de que esto es algo que «están viendo los de dentro, los propios militantes del PSOE».
«Ha perdido la brújula y así no va, sobre todo, a la economía», aseveró la alcaldesa de Valencia. Censuró el «perjuicio» que el Gobierno central está causando «al bolsillo de los ciudadanos» y opinó que su presidente «está haciendo daño a los españoles hasta en su dignidad», en alusión a las familias que acuden a los bancos de alimentos a pedir productos básicos, precisó.
Barberá agregó que «negando la crisis», José Luis Rodríguez Zapatero, «ha perjudicado tanto a la economía que para arreglarlo ha tenido que subir los impuestos». «Ha metido la pata y no tiene más remedio que aumentar los impuestos», comentó la alcaldesa, que lamentó que «se castigue al ahorro», con lo que «no se invertirá» y «si no se consume, habrá más paro», explicó.
Durante su intervención, la responsable municipal se refirió también al ‘Plan E’ y aseveró que se trata de una «medida que no sirve» para solucionar el problema del desempleo. En esta línea, expuso que «a medida que los ayuntamientos acaben las obras –previstas en este plan– se irá aumentando el paro». Comentó que el consistorio valenciano ha terminado 20 de estas obras que han empleado a 37 trabajadores.
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