CC.OO. y UGT instaron ayer al Gobierno a acometer una reforma del sistema tributario para establecer unos tipos de gravamen adecuados a las rentas y de mayor eficiencia distributiva, así como aumentar el control del fraude fiscal.
Esta es una de las aportaciones incluidas en un documento conjunto que CC.OO. y UGT presentaron ayer a la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, en el que explican sus planteamientos de cara a la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2010, que incluirán algunas modificaciones fiscales.
Ambas organizaciones pidieron de entrada una «previsión de ejecución fiable en 2009» y advirtieron de que los «crecimientos vegetativos de algunas políticas», como las pensiones o el desempleo, harán preciso un «gran esfuerzo» ante la necesidad de reducir, además, el déficit público.
Dicho esto, desde CC.OO. y UGT se indicó que «el sistema tributario debe buscar el cumplimiento de principios de suficiencia y equidad», entre otras acciones, convirtiendo la lucha contra el fraude en «seña de identidad del modelo de mercado español».
Además, instaron a acometer una reforma del sistema para ampliar y «ajustar» la aportación de los contribuyentes a los ingresos realmente percibidos. Así, llamaron a «establecer unos tipos de gravamen adecuados al grado de suficiencia elegido con un grado de progresividad que reparta de forma equilibrada los esfuerzos a nivel de personas y de fuentes de renta».
HAY QUE ACTUAR A CORTO PLAZO.
Con todo, CC.OO. y UGT coincidieron en que «la exigente situación actual no permite adoptar rápidamente este tipo de medidas, de forma que hay que buscar otro tipo de decisiones para conseguir aumentar los ingresos públicos con una distribución más justa entre los contribuyentes».
Además, defendieron que «una subida de los ingresos por impuestos en la situación actual ayudaría a mejorar el deteriorado saldo de las cuentas públicas sin perjudicar el consumo y la inversión agregada».
Si bien, para ilustrar «la dimensión del reto», las organizaciones precisaron que una elevación de un punto del tipo marginal del IRPF sólo generaría unos ingresos adicionales de unos 300 millones de euros, mientras que aumentar el tipo único sobre los rendimientos de capital tan sólo aumentaría la recaudación en 260 millones de euros.
Asimismo, en relación a la subida de impuestos que prevé acometer el Gobierno y que se ha convertido en la principal novedad de las cuentas anuales, los sindicatos advirtieron de que la elaboración de un presupuesto que ahonde en una mayor creación de empleo y orientados al cambio de modelo productivo, en paralelo a una reducción de déficit público, «no parecen posibles con la propuesta publicitada por el Gobierno».
«La experiencia, no obstante, ha demostrado la poca utilidad de algunas decisiones adoptadas en el sistema tributario como la deducción de 400 euros, la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio o la casi desaparición del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones», añadieron.
Además, apuntaron que la elevación del IVA tiene «inconvenientes», al perjudicar en mayor medida a las personas con menor renta y, recordaron que «algunas de las decisiones adoptadas a a favor del ciclo en el pasado reciente limitan seriamente los márgenes de actuación en la actualidad».
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