El fiscal rebajó ayer de cinco a cuatro años la pena solicitada para un hombre, J. C. C. F., por intentar abusar de una menor, de 16 años de edad, al llevarla engañada a su domicilio con la excusa de ofrecerle un trabajo como cuidadora de un hijo de tres años de edad en la localidad de la Felguera.
El Ministerio Público considera al acusado culpable de sendos delitos de coacciones y de inducción a la prostitución por los que pide por lo que pide dos años por cada uno de ellos, según informaron fuentes jurídicas a Europa Press tras el juicio que se celebró hoy en la Audiencia Provincial. Asimismo, reclama una indemnización de 600 euros para la menor. La defensa mantuvo su petición de libre absolución.
Según el relato de los hechos de la fiscalía, el acusado contactó telefónicamente con la denunciante, haciéndose pasar por un tal ‘Julio’, el día 29 de julio de 2007, para ofrecer un trabajo de cuidadora de un supuesto hijo de tres años, convenciéndola para que acudiera la tarde de ese mismo día a su domicilio en La Felguera.
La víctima acudió al domicilio del acusado acompañada de su novio, pero éste al verla por la ventana la llamó al teléfono y le pidió que subiera sola. Una vez en la vivienda del imputado, éste le comentó la posibilidad de contratarla, bien para el cuidado de su hijo o en temas de limpieza o para establecimientos de hostelería, manifestando la joven su interés por el cuidado de niños.
En ese momento, J. C. C. F. le dijo que también podía ofrecerle por 400 euros otro tipo de trabajo proponiéndole mantener relaciones íntimas con él, y que también le daría 50 euros si le entregaba la ropa interior que llevaba puesta en ése momento, ante lo cual la menor le dijo que se quería ir de la casa, y que no le interesaba ni el trabajo ni sus propuestas.
Cuando la menor intentó salir de la vivienda se encontró la puerta cerrada ya que el acusado la había cerrado y retirado la llave, volviendo al salón donde J. C. C. F. volvió a insistir en ofrecerle dinero, aunque en esta ocasión sería por verla desnuda, y por la entrega de la ropa interior.
Tras la insistencia de la adolescente por abandonar el domicilio, el imputado le abrió la puerta y la dejó irse al tiempo que le decía que la llamaría si le fallaba otra joven y que no dijera nada de lo que había sucedido en casa.
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