Más de un centenar de personas, entre delegados sindicales de CIG y trabajadores afectados por el Expediente de Regulación de Empleo de Caramelo, se concentraron ayer ante el edificio administrativo de la Xunta de Monelos, en A Coruña, para exigir la resolución a favor del recurso presentado por el sindicato nacionalista contra un ERE que consideran «ilegal» y la dimisión de la consejera de Trabajo, Beatriz Mato.
Un mes después de la aprobación por parte de la Consejería del Expediente que afectó a 237 trabajadores de la fábrica que la textil tiene en el coruñés polígono de A Grela, la presidenta del comité de empresa, Isabel Muíño, criticó ayer que la situación en la que ha quedado la planta es «la ley de la selva». Así, denunció que sólo quedaron en plantilla 30 o 40 trabajadores, al margen de los encargados o del personal de administración, por lo que la empresa está pidiendo a los empleados que vayan a trabajar los sábados «y me imagino que pedirán también hacer horas extra».
«O por las buenas o por las malas harán un sistema de rotaciones», explicó Muiño, que describió cómo después de las adscripciones voluntarias al ERE algunos departamentos, como el de planchado o el de logística, se han quedado apenas sin personal y con una gran carga de trabajo. «No entiendo cómo metieron en su momento 20 personas de la sección de plancha en el ERE, que al final fueron 23, y nos quedamos apenas sin gente», subrayó la presidenta del comité.
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