El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, indicó que la resolución de problemas como la retribución de los altos cargos de las instituciones financieras no puede quedar al libre designio de los mercados.
«Existe realmente un acuerdo bastante amplio sobre los estándares centrales o principios que deberían guiar la reforma», indicó Geithner en rueda de prensa tras la conclusión de la cumbre de ministros de Economía y presidentes de bancos centrales del G-20.
«Vamos a hacer que la Junta de Estabilidad Financiera estudie si se puede conseguir un consenso sobre cómo avanzar en eso», dijo, agregando que todos reconocían que los riesgos excesivos que toman los directivos era una de las fuentes de la crisis financiera.
Así defendió que es vital «dar mayor urgencia» a los esfuerzos para reformar el sistema financiero mientras sigue fresca la memoria del impacto de la crisis y que la reforma de las remuneraciones debía ser parte de eso.
«La disciplina del mercado por sí sola no producirá un sistema más estable o resistente», dijo Geithner. «El gran fracaso de la regulación fue el fracaso a la hora de impedir la acumulación de apalancamiento y riesgo excesivos dentro y en los márgenes del sistema bancario», afirmó.
TIPOS BAJOS.
Por otra parte, el presidente de la Reserva Federal para Kansas City, Thomas Hoenig, instó al banco central estadounidense a resistir la presión popular en favor de mantener bajos los tipos de interés durante la recuperación económica y advirtió de que los bancos estadounidenses siguen estando demasiado endeudados y de que su principal objetivo será continuar recaudando capital. Hoenig realizó estas declaraciones hace un mes en una reunión privada, pero no han sido difundidas hasta este sábado.
«A medida que nos volvemos más confiados de que estamos en el fondo de la recesión y de que nos estamos moviendo hacia la recuperación, debemos volvernos más decididos en la reducción sistemática de nuestra hoja de balance y subir los tipos de interés», indicó Hoenig durante el encuentro anual de la Asociación de Banqueros de Kansas, el 6 de agosto.
La Fed ha bajado los tipos casi al cero y ha duplicado su hoja de balances a unos 2.000 de dólares para evitar el congelamiento de los mercados financieros. «Pasar de cero a 1 por ciento, por ejemplo, no es una política de ajuste. No sé cuál es la tasa neutral, pero estoy seguro de que no es cero», afirmó Hoenig.
Con «neutral», las autoridades se refieren al nivel de tasas de interés que no estimula artificialmente el crecimiento económico y que tampoco lo ahoga. La Fed dijo en su último encuentro de agosto que la debilidad de la economía estadounidense requería un costo del dinero excepcionalmente bajo por un tiempo largo.
Hoenig, considerado uno de los funcionarios de la Fed tradicionalmente más preocupado por la inflación, tendrá poder de voto el año próximo en el comité del banco central que fija las tasas de interés.
«Estamos cargando con la mayor cantidad de deuda de la historia, y la presión para mantener las tasas bajas sólo crecerá a medida que la economía se recuperará», dijo.
Hoenig afirmó además que las señales mixtas que arroja la economía indican que ya se tocó el fondo de la recesión, pero estimó sólo una recuperación gradual.
«En este escenario, uno de los principales desafíos de la Reserva Federal será como retirar esta política monetaria altamente expansiva sin socavar la recuperación y sin alentar las expectativas inflacionarias», sostuvo.
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