El número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) en Cantabria hasta finales de agosto se situó en 7.655 personas, lo que representa un incremento del 650 por ciento en relación al mismo periodo de 2008, en el que se contabilizaron 1.021 personas afectadas, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y la Dirección General de Trabajo y Empleo del Gobierno de Cantabria consultados por CC.OO.
Según explicó el secretario de Acción Sindical de CC.OO. de Cantabria, Javier Diego, en los ocho primeros meses del año se han autorizado 281 expedientes de regulación de empleo en la región, de los que más del 90% fueron pactados con los representantes de los trabajadores.
Por tipo de expedientes, 222 correspondieron a medidas de suspensión temporal de empleo que han afectado a un total de 6.894 trabajadores.
Asimismo, Diego resaltó que la autoridad laboral ha autorizado 26 expedientes de extinción de empleo (despidos colectivos), que han supuesto que 391 trabajadores, el 5,1% de los afectados por ERE, hayan visto extinguida en este periodo su relación laboral.
Por su parte, en los ocho primeros meses de 2009 se han autorizado 33 expedientes de reducción de jornada, que han afectado a 370 trabajadores (el 4,8% del total).
Por sectores, el secretario de Acción Sindical de CC.OO. subrayó que prácticamente ocho de cada diez personas afectadas por ERE en este periodo pertenecen a empresas industriales, el 16% a empresas de servicios, el 4% al sector de la construcción y un 1% al sector agrario, fundamentalmente del subsector de la pesca de bajura.
LOS ERE NO SON LOS CULPABLES
A pesar de estos datos, Diego expresó su convencimiento de que la «importante» destrucción de empleo registrada en Cantabria en el último año (a finales de agosto había 11.558 parados más que hace un año), «no se canaliza ni se genera a través de los ERE, sino fundamentalmente a través de despidos individuales y la no renovación de contratos temporales».
En este sentido, el dirigente de CC.OO. criticó que con estas actuaciones «unilaterales» las empresas «tratan, en muchas ocasiones, de encubrir procesos de reestructuración de carácter colectivo, y eludir así los procesos legales de negociación, control y autorización administrativa que exige la presentación de un expediente de regulación de empleo».
Además, Diego aseguró «que algunos empresarios recurren a la finalización de los contratos temporales para adelgazar sus plantillas y ahorrarse así un buen dinero» ya que, según enfatizó, «de este modo los costes del despido son prácticamente nulos».
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