El Gobierno no descarta adoptar nuevas medidas si el paro repunta en otoño, como está previsto, según avanzaron a Europa Press en fuentes gubernamentales, que apostaron por potenciar el empleo a tiempo parcial, garantizando que no se haga un indebido uso del mismo.
El Ejecutivo se prepara para que el Fondo de Inversión Local deje de dar sus frutos una vez entrado el otoño después de haber creado o mantenido más de 400.000 empleos. Así, el Ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, indicó esta semana que «todo hace pensar que en los próximos meses probablemente se verá amortiguada la tendencia positiva que ha habido de crecimiento de empleo».
Además, según dijo, «agosto, septiembre y octubre han sido meses en los que, incluso en épocas de crecimiento, el paro ha aumentado». En este contexto, el Ejecutivo podría lanzar una nueva batería de medidas para no dar un paso atrás después de tres meses de mejoría en las cifras de paro, medidas que no acarrerarían un mayor gato fiscal, porque es consciente de que ya ha agotado el margen para hacerlo.
Así, las mismas fuentes indicaron que no se debe tener «miedo» a hablar de empleo a tiempo parcial en España, porque su utilización puede ser positiva de cara al futuro, como ya lo es en otras economías desarrolladas.
Eso, aclararon, es más fácil cuanto mayor flexibilidad hay en materia de jornada laboral, lo que pasa es que en España se ha viviendo una «mala experiencia» con el empleo a tiempo parcial, pues este tipo de contratos se han utilizado «muchas veces» para enmascarar jornadas a tiempo completo y producir así un ahorro de costes.
«(La contratación a tiempo parcial) es una cosa que no resolveremos en dos días, ni por decreto, pero que tendremos que ponerlo encima de la mesa, sin miedo a hablar de ello», reconocieron las mismas fuentes.
De hecho, el esta posibilidad no llega por sorpresa, puesto que el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya adelantó a las puertas del verano que la contratación a tiempo parcial era una de las opciones a la hora de flexibilizar el mercado.
PODRIA CONTAR CON EL RESPALDO DE LA CEOE.
Además, el Gobierno cuenta con un punto a favor a la hora de adoptar medidas en esta dirección, puesto que si desde el principio de la Legislatura ha apostado por dar salida a sus medidas desde el acuerdo en el seno del diálogo social, cuyos integrantes volverán a reunirse en septiembre en torno a la Ley de Economía Sostenible, esta apuesta por la contratación a tiempo parcial es compartida por la CEOE.
Así, en el documento que llevó la patronal a la mesa del diálogo social y que, según el Gobierno, dinamitó las negociaciones, proponía ahondar en «mecanismos alternativos de flexibilidad como el tiempo parcial», que consideran «esencial» para la generación de empleo y que, a su juicio, «debería aumentar en un 50% sobre los parámetros actuales».
Según datos del Ministerio de Trabajo, el empleo a tiempo parcial ha permanecido durante muchos años estancado en el 8% en España, lejos de la tasa del 20% que tiene en la antigua UE-15, y además con la característica principal de que está muy feminizado.
De hecho, de los 2.450.600 personas que actualmente trabajan a tiempo parcial, 1.938.200, el equivalente a ocho de cada diez, son mujeres, según revela la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre publicada a finales de julio por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los trabajadores a tiempo parcial representaban a finales de junio el 12,9% del total de los ocupados, un porcentaje que prácticamente se ha mostrado inamovible desde 2005. Antes de ese año, la tasa de empleo a tiempo parcial estaba más o menos encallada en el 8%, pero con los cambios introducidos en la EPA en 2005, el volumen de trabajadores a tiempo parcial se vio incrementado y también su peso sobre el total de la población ocupada.
La razón es que la EPA que se publica desde aquel año recoge mejor las situaciones de ocupación esporádica, como los empleos de sólo unas horas semanales o los de corta duración, provocando así un aumento de la ocupación a tiempo parcial.
De hecho, mientras que en el segundo trimestre de 2004 había en España 1.474.000 ocupados a tiempo parcial, un año después la EPA contabilizaba 2.418.100 trabajadores en esta situación. Desde entonces, han pasado cuatro años y la cifra de ocupados a tiempo parcial sigue más o menos en el mismo sitio (2.450.600 en el segundo trimestre de 2009).
En el decreto de medidas urgentes contra el paro que aprobó el Gobierno el pasado mes de marzo sin el acuerdo de los agentes sociales se buscaba impulsar el empleo a tiempo parcial incrementando la cuantía de las bonificaciones de estos contratos, con una bonificación un 30% superior a la de la jornada pactada, sin que en ningún caso aquélla pudiera superar el 100%.
El Gobierno argumentó entonces que el uso del contrato a tiempo parcial constituye una «asignatura pendiente» para el mercado laboral español, y que su utilización podría resultar «especialmente atractiva» para mantener en el empleo a los afectados por incapacidad o discapacidad, para compatibilizar vida laboral y familiar, para aumentar la continuidad de los trabajadores que realizan actividades estacionalizadas o para permitir una mejor transición del trabajo a la jubilación.
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