La dirección de la fábrica de Pirelli en Manresa y los sindicatos han alcanzado un preacuerdo sobre las condiciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supondrá el despido de los 491 trabajadores de las instalaciones y el cierre de la factoría catalana. Si la plantilla da el visto bueno a este pacto en la asamblea de septiembre, la Conselleria de Trabajo no tendrá, finalmente, que resolver el expediente.
Aunque PIRELLI y el comité de empresa apuraron el periodo de consultas del ERE sin llegar a un acuerdo y la decisión quedó en manos del Gobierno catalán, este último preacuerdo entre las partes ha supuesto «la suspensión de la resolución administrativa» para dar la oportunidad a que la plantilla se pronuncie en una asamblea que se celebrará el 3 de septiembre, según avanzaron a Europa Press fuentes sindicales.
Los sindicatos declinaron dar detalles sobre los términos del preacuerdo «por respeto» a los trabajadores afectados, que los conocerán en la asamblea, y subrayaron que serán los empleados de la multinacional italiana los que tendrá «la última palabra» sobre los despidos que plantea la empresa.
Durante la negociación, los sindicatos exigieron que las indemnizaciones fueran mejores que las pactadas en el ERE del mes de enero, que se saldó con 257 despidos y el compromiso de continuidad de Pirelli en la población catalana. Los sindicatos mantuvieron durante toda la negociación las acusaciones de que la multinacional «engañó» tanto a la plantilla como al Gobierno de la Generalitat sobre sus planes de futuro.
A la par del expediente de extinción de contratos, Pirelli presentó a los sindicatos sus planes de futuro en las instalaciones manresanas, que pasan por poner en marcha un centro logístico a partir de enero de 2010, lo que dará trabajo a unas 70 personas. Además, aseguró que trabaja en otros proyectos que podrían generar hasta 130 empleos.
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