La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, destacó ayer que en el primer semestre del año «sólo» ha habido «poco más» de 10.000 extranjeros que han venido a trabajar a España. Lo han hecho, según concretó, porque «no había» personas, -ni españoles ni extranjeros- que ocuparan esos puestos de trabajo.
La cifra correspondiente a los seis primeros meses del año contrasta con el descenso de inmigrantes que acudieron a nuestro país en busca de empleo a lo largo de 2008, cuando bajó en más de 50.000 personas en relación a 2007. En concreto, hace dos años vinieron a España alrededor de 178.000 trabajadores extranjeros, mientras que en el ejercicio pasado lo hicieron cerca de 136.000.
Rumí achacó esta progresión decreciente a las políticas e instrumentos que el Gobierno central ha puesto en marcha en materia de inmigración y que, a su entender, han resultado «útiles y eficaces» y «están dando resultados», tanto en épocas de crecimiento económico como de crisis.
Sin embargo, en un encuentro con los periodistas previo a su conferencia ‘Inmigración irregular, trata de seres humanos e integración social’, que impartió dentro de los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración reconoció que también ha influido en la bajada de extranjeros la situación económica actual, ya que en época de crisis no hay las mismas posibilidades de trabajo.
En cualquier caso, Rumí insistió en que las medidas del Ejecutivo han tenido su «efecto» y aseguró que ahora se va a trabajar por recolocar a los trabajadores extranjeros que están en desempleo. El objetivo, «ordenar» la inmigración y atender la demanda del mercado laboral.
Aseguró igualmente que se va a procurar que el número de cayucos y pateras que llegan a las costas españolas sea cada vez «menor». En este sentido, recordó la «lucha» de España contra los traficantes de personas y quienes promueven la inmigración ilegal.
Consuelo Rumí indicó que desde 2004 en España sólo se contrata extranjeros en origen cuando el mercado interno no tiene candidatos para ocupar ciertos puestos de trabajo.
Por último, en materia de inversiones, subrayó que en los últimos cinco años la Administración central ha destinado más de 1.200 millones de euros a políticas específicas de integración de inmigrantes, de los que 900 han ido a parar a las comunidades autónomas y los ayuntamientos. «Así es como se trabaja», concluyó, para resaltar que se va a continuar en esta línea de cara al «presente y futuro».
Los comentarios están cerrados.