Los trabajadores de la planta de Roca en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) se mostraron ayer «sorprendidos» tras el anuncio de la compañía catalana de su pretensión de poner en marcha un expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo para 713 personas en España, de las que 180 serían en Sevilla, algo que calificaron como una «barbaridad», apostando por la aplicación de medidas menos traumáticas como prejubilaciones o bajas incentivadas.
En declaraciones a Europa Press, el presidente del comité de empresa de la planta sevillana de Roca, José Luis de la Concepción, señaló que la compañía alude a las «mismas razones» de caída del mercado que cuando presentó el ERE temporal hasta septiembre en la fábrica. Así, afirmó que los trabajadores «ya esperaban» alguna acción para reducir personal pero a través de medidas no traumáticas.
«Roca plantea ahora una reducción tres veces superior a lo previsto por los trabajadores y que terminaría con la mitad de los empleados en Sevilla, estimados en 370 personas», añadió De la Concepción.
Así, recordó que la planta de Alcalá de Guadaíra se encuentra inmersa en un ERE temporal, que se inició en abril con la marcha de la mitad de la plantilla y que provoca la paralización total de la producción en julio y agosto. Así, los trabajadores comenzarían a incorporarse en septiembre y en octubre en dos turnos.
Ademas, advirtió que a los 370 trabajadores actuales estaba previsto que se unieran tras el verano otros 40 empleados de la planta de Cerámicas Bellavista (Cebesa) en Dos Hermanas (Sevilla), dependiente de Roca, en cumplimiento al acuerdo de recolocación firmado para parte de la platilla tras el cierre de dicha fábrica.
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