Los trabajadores de Tonghua Iron and Steel Group, una empresa estatal china del sector del hierro y del acero, que mataron el viernes pasado al director general de la privada Jianlong Steel Holding Company, compañía que decidió comprar una participación mayoritaria en Tonghua, lo hicieron tras enterarse de que se iban a producir despidos.
Chen Guojun recibió una paliza mortal por parte de algunos de los 3.000 trabajadores que se manifestaron contra la decisión empresarial en unas instalaciones de Tonghua en la provincia de Jilin, en el noreste de China.
La reyerta comenzó cuando, tras una reunión entre representantes de ambas empresas, se comunicó a los empleados de Tonghua que decenas de miles de ellos iban a perder su empleo, según informó hoy el periódico ‘China Daily’.
Ésta es la segunda vez que Jianlong trata de comprar Tonghua, y muchos temen que su intención sea agotar los activos estatales antes de aplicar medidas para reducir costes, entre ellas, realizar despidos. Una policía que se identificó sólo con Wang aseguró al diario que los empleados de la compañía estatal, muchos de los cuales tienen participaciones, «están a punto de disfrutar de beneficios financieros a medida que el precio del acero sigue aumentando».
«Chen desilusionó a los trabajadores y les provocó diciendo que la mayoría de ellos iban a ser despedidos al cabo de tres días», dijo. «Al decir que el total de 30.000 empleados se iba a reducir a 5.000, Chen enfureció a la multitud», añadió.
Entonces los empleados golpearon al directivo e impidieron que las ambulancias, la Policía y los miembros de las autoridades llegasen hasta él para atenderle.
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