Keihin Electric Railway ha introducido el sistema ‘escáner de sonrisas’ en 14 de sus estaciones de trenes, y el personal debe revisar dos veces al día sus sonrisas.
Atender a la clientela con una sonrisa ya no es sólo una pegajosa frase comercial, ahora los empleados de una empresa ferroviaria de Japón están obligados a revisar cada mañana su estado de ánimo.
Los trabajadores se sientan frente a un ordenador con nada más que una webcam, se registran, y el sistema valora si han sonreído bien o fingido una sonrisa.
El sistema ofrece también observaciones como ‘su sonrisa está mejorando’ o incluso ‘¡sonría como si estuviera feliz!’.
De acuerdo con la empresa ferroviaria, el sistema está diseñado para mejorar la respuesta de sus empleados frente a los clientes al ofrecerles una sonrisa más natural. Aquellos que la han usado están de acuerdo.
‘Usar el sistema ‘escáner de sonrisas’ es especialmente útil para las interacciones con el cliente diario. Realmente me ayudó a desarrollar una sonrisa natural’, dijo Asami Takahashi, una empleada de 28 años y usuaria del sistema.
La tecnología utilizada es una derivada de aplicaciones informáticas llamadas Okao vision y que fueron desarrolladas durante la década de 1990 para las cámaras digitales.
El sistema también se usa en una estación de camiones en la región de Hokkaido para verificar si sus camioneros están lo suficientemente despiertos como para seguir conduciendo.
El programa informático también ha sido considerado para otras aplicaciones, que van desde automóviles a la comercialización de productos.
Al ser utilizado en un automóvil, el programa podría analizar los gestos faciales de una persona, juzgar si están cansados o si están mirando la carretera, y ofrecer así el consejo apropiado.
De un modo alternativo, el programa podría otorgar a los comerciantes datos cuantitativos de a cuanta gente le gusta en realidad un producto. Si una persona prueba dos variedades de yogurt, la aplicación podrá juzgar sus rasgos faciales para determinar cuánto le ha gustado a cada uno.
El programa informático todavía no está a la venta fuera de Japón, principalmente debido a la diferencia de cómo la isla y otros países occidentales perciben las tecnologías de vigilancia.
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