El volumen de negocio del sector comercial madrileño es similar al del conjunto de Portugal y cuenta con 265.000 ocupados, lo que supone el 8,6 por ciento del total de la población ocupada, según el ‘informe sobre el Comercio en la Comunidad de Madrid’ elaborado por la CEIM.
El informe fue presentado por el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, el presidente de la patronal, Arturo Fernández y el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Salvador Santos Campanos.
«Que el volumen de negocio de una región sea semejante al de un estado pone de manifiesto la enorme fuerza y potencialidad del sector comercial madrileño y la eficiencia de las medidas que toma el gobierno regional para que haya más trabajadores, empresas y locales», explicó Beteta.
El consejero declaró que «en contra de lo que se suele decir generalmente, de los 265.000 empleos del sector, más del 76 por ciento son de calidad, ya que se trata de contratos indefinidos». A su vez, el consejero calificó el informe como «un excelente trabajo» puesto que también ha tenido en cuenta «la opinión y la realidad de aquellos que están en la calle gracias a las aportaciones de las asociaciones de comerciantes».
La Comunidad de Madrid cuenta con un total de 75.608 locales minoristas y registró un incremento entre 1999 y 2008 del 5,1 por ciento, frente a una ligera caída en España del 0,2 por ciento. En este sentido, Beteta declaró que el volumen de negocio del comercio de Madrid ha crecido «el doble con respecto al resto de España, con un 3,6 por ciento frente a un 1,5 por ciento nacional».
RETOS DEL SECTOR ECONÓMICO
El estudio, dividido en cuatro bloques, se centra en analizar los retos a los que se enfrenta el sector económico y propone acciones y medidas para el impulso y desarrollo de ese sector de forma que se continúe mejorando la oferta comercial de la Comunidad de Madrid. Así, el informe recoge un decálogo de acciones que pasan por la reducción de las cargas fiscales y administrativas, la mejora de la unidad de mercado y el diseño de programas de estímulo de asociacionismo, entre otras.
El presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Salvador Santos Campanos, que apoyó este decálogo de acciones, insistió en la necesidad de promover y favorecer la innovación en los pequeños comerciantes los cuales «deben tener conciencia de que la innovación no sólo está reservada para los grandes grupos empresariales». A su vez, anunció que «la Cámara de Madrid organizará el próximo otoño un congreso sobre el Comercio en el que se debatirán y estudiarán las medidas necesarias para reactivar las ventas y el empleo del sector».
El empleo en el comercio minorista de la región ha crecido entre 1996 y 2008 un 69,3 por ciento, en porcentaje superior al de la media española que se sitúa en un 47,5 por ciento. A su vez, el sector comercial supone un 8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la región.
Del informe se concluye la importancia de «la extraordinaria transformación» que ha experimentado el sector en Madrid como consecuencia de una larga década de fuerte expansión económica y demográfica», explicó Fernández.
En este sentido, Beteta declaró que la distribución comercial de los últimos años ha evolucionado a «un ritmo vertiginoso» y ha supuesto el nacimiento de «nuevas formas comerciales y tendencias en buena medida, motivado por el crecimiento demográfico que asciende a 1.4 millones de madrileños».
A su vez, ironizó diciendo que «el señor Zapatero no ha hecho negocio cosechando votos al no contar con el crecimiento demográfico en el nuevo sistema de financiación», mientras que los tenderos, sin embargo, «sí se dan cuenta de que existe este crecimiento y se ubican en aquellos lugares donde se encuentra esas personas, por lo que hacen negocio».
En este contexto, el consejero explicó que «la política comercial del Gobierno regional está dirigida a dotar al sector de la mayor flexibilidad». Esto se pone de manifiesto con «la aprobación de la ley de Modernización del Comercio de la Comunidad de Madrid, con la que se eliminan trabas administrativas y costes innecesarios con el fin de seguir promoviendo la inversión y el empleo en el sector y dotando al pequeño comercio de un instrumento de apoyo, con el plan Ficoh».
Asimismo, Beteta recordó la Directiva relativa a los Servicios en el Mercado Interior como una «verdadera oportunidad» para la competencia en el sector. Así, indicó que «las situaciones de crisis, como la que actualmente vivimos, no se combaten con más regulación, sino con más libertad que estimule la iniciativa empresarial».
«Una mayor libertad genera más actividad económica, mayor número de puestos de trabajo, mayor competencia y, por tanto, menor inflación», concluyó Beteta.
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