La plantilla de Nissan se manifestó ayer frente a la Conselleria de Trabajo en Barcelona para exigir a la Generalitat que no acepte el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que prevé 581 despidos en la factoría catalana y cuya resolución quedó en manos de la Administración ayer tras una última reunión sin acuerdo entre la dirección y el comité de empresa.
Unos 800 trabajadores, según los sindicatos, partieron desde la Plaza Universitat de Barcelona y recorrieron el trayecto hasta la Conselleria justo en el último día del periodo de consultas sobre el expediente. A partir de ahora, la Administración dispone de 15 días para pronunciarse.
Los sindicatos exigen el rechazo al ERE y que el Govern fuerce a Nissan a volver a la mesa de negociación para pactar una reducción del sobrante de plantilla mediante medidas alternativas como las bajas con derecho a retorno, las bajas incentivadas y las prejubilaciones que pactaron ambas partes en los últimos meses.
El comité considera que esta mesa «funcionaba» y anunciaron que sus contrainformes presentados ante la Administración desmontarán las causas económicas, productivas y organizativas que aduce la multinacional para justificar la necesidad de los despidos.
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