El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, espera que «en los próximos días» se puedan alcanzar ya acuerdos con los sindicatos y la patronal respecto a la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social y la ampliación de la protección para los trabajadores que hayan agotado las prestaciones por desempleo.
Además, aboga por «acelerar al máximo las posibilidades» para intentar cerrar el acuerdo de diálogo social «cuanto antes», «si es posible en este mes de julio», una línea en la que, según dijo, se están «esforzando» todas las partes.
Corbacho hizo estas afirmaciones en Santander tras reunirse con el presidente y la vicepresidenta del Gobierno cántabro, Miguel Ángel Revilla y Lola Gorostiaga, para analizar la situación económica y del empleo.
Y en esa situación económica, aunque el ministro tiene la satisfacción de haber visto invertirse la tendencia de aumento del paro, se constata que hay desempleados que después de agotar las prestaciones por desempleo siguen sin reincorporase al mercado laboral.
Por eso, el Gobierno, «sensible y consciente» ante esa «nueva realidad», ha puesto sobre la mesa del diálogo social una propuesta para crear una renta de prestación, ligada a la formación para el empleo, por un periodo de seis meses.
Para Corbacho, esta propuesta debe tener «una temporalidad», porque se trata de una medida de coyuntura ante la crisis, y además tiene que adoptarse buscando un «equilibrio» entre la protección a esas personas y las disponibilidades económicas del Gobierno, «que no son ilimitadas».
Según dijo, los sindicatos han manifestado que ese plazo les parecer «corto», porque «todo apunta» a que en 2010 el índice de paro puede tener todavía «importancia», pero el ministro cree que «cada vez hay posiciones más cercanas» y confía en que «en los próximos días se pueda llegar a una síntesis de acuerdo» entre lo que plantea el Gobierno y lo que piden los agentes sociales.
REDUCCIÓN DE COTIZACIONES
En cuanto a la reducción de las cotizaciones sociales para las empresas, el ministro dejó claro que el Gobierno «hará todo lo que pueda hacer» para que la crisis sea «más llevadera» para las empresas, bajándoles la presión económica o reduciéndoles las cotizaciones sociales, pero advirtió también de que esas medidas tendrán que ser «compatibles con que la Seguridad Social y las pensiones no tengan el menor riesgo».
«El Gobierno nunca adoptará una medida que ponga en riesgo la Seguridad Social. Ninguna medida será adoptada por el Gobierno si eso pone en riesgo la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social», sentenció Corbacho.
El ministro recordó que el Ejecutivo ofreció una reducción del 0,5 por ciento de las cotizaciones y la CEOE, que en principio pedía una rebaja de cinco puntos, ahora parece que podría ajustar su demanda en torno al 2 por ciento. El titular de Trabajo señaló que habrá que ver cómo se pueden «ajustar al máximo» esas cuotas, «en función de las posibilidades y disponibilidades presupuestarias de la Seguridad Social».
Preguntado por el máximo sobre el que negocia el Gobierno, Corbacho insistió en que «tendrá que ver mucho con las cuentas y los análisis económico-financieros que se están haciendo por parte de la Seguridad Social», que es quien, «en última instancia, tiene que hacer la proyección para los próximos años».
«El Gobierno ha puesto sobre la mesa un 0,5 por ciento y sobre ese particular no hemos entrado a debatir si debe quedarse ahí o puede haber alguna modificación», agregó el ministro, quien también en este caso confía en que pueda haber acuerdo en los «próximos días», si es posible, antes de las vacaciones de agosto.
CERRAR EL ACUERDO EN JULIO
En este sentido, Corbacho confió en una pronta conclusión para el conjunto del acuerdo de diálogo social porque, según dijo, «la crisis no entiende de plazos» y hay que tomar medidas «para ver cómo salimos cuanto antes» de ella. «Eso nos obliga a todos a que, si podemos tener un acuerdo dentro de 7 días, no debemos esperar 15», apostilló.
Para el ministro, «cuanto antes» se pueda tener el acuerdo «mejor» y, por ello al Gobierno, aunque no trabaja marcándose plazos, le gustaría «acelerar al máximo las posibilidades de tener el acuerdo cuanto antes». «Si puede ser este mismo mes, creo que es esa línea es en la que debemos trabajar», apuntó.
De hecho, se mostró convencido de que es una opinión compartida por los sindicatos y la patronal y todos se están «esforzando» para «ver si es posible que en este mes de julio pueda llegarse ya a un acuerdo final».
Hasta ahora, comentó que el diálogo está siendo «fluido, cordial, correcto y muy propositivo» y aclaró que entre las propuestas no se ha puesto sobre la mesa «ninguna» medida que suponga la creación de nuevas figuras contractuales.
SUMAR ESFUERZOS Y EVITAR ZANCADILLAS
Destacó además que los agentes económicos y sociales no están participando como en «una especie de negociación convenial entre una parte y otra», sino buscando entre todos ser capaces de «sintetizar acuerdos para intentar sumar y salir cuanto antes de la crisis».
Precisamente, el ministro destacó la importancia de «sumar esfuerzos para salir de la crisis» desde todos los ámbitos y puso el ejemplo de colaboración institucional que representa la Comunidad Autónoma de Cantabria.
«De esta crisis tenemos que salir sumando. Esta crisis lo que necesita es sumar esfuerzos para salir de ella. Esta crisis lo que menos necesita es división y lo que menos necesita son zancadillas. Y Cantabria es un buen ejemplo de cómo se puede trabajar por una comunidad y un territorio con su especifidad y singularidad, pero con espíritu de concertación, diálogo y acuerdo», concluyó el ministro.
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