El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, confía en que los agentes sociales «sobrepasarán» las diferencias que vienen manteniendo durante las reuniones del diálogo social en un plazo de tiempo «razonable».
Para Granado, ya ha pasado la «marejada», si bien precisó que él considera que en realidad ha habido «más ruido que nueces» cuando se daban los «indicadores» sobre un posible desencuentro entre empresarios y trabajadores.
La última reunión tuvo un «buen clima de trabajo», y ahora, defendió, Gobierno, sindicatos y patronal están «trabajando seriamente» para lograr un acuerdo, con el que se pretende, de un lado, que los trabajadores «no sean más paganos de la crisis», y por otro, que las empresas tengan mecanismos para mejorar su actividad y que «aceleren su salida de la crisis».
El secretario de Estado de la Seguridad Social eludió detallar los «temas de discusión» que se tratan en las mesas. «Vamos a ser capaces de sobrepasar las diferencia en un plazo de tiempo razonable», se limitó a decir.
Granado realizó estas declaraciones antes de inaugurar el seminario ‘El impacto de la crisis en el sistema de protección social’, dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), de Santander.
Según explicó, el efecto de la crisis sobre la Seguridad Social incide sobre las cotizaciones al haber menos trabajadores, y también se nota en las aportaciones de las empresas cuando tienen problemas de liquidez y tesorería.
No obstante, precisó que se cuenta con medidas como el aplazamiento, que se han concedido por un importe total de 7.000 millones de euros, y que supone para las empresas una «liquidez extraordinaria», pero en cambio, indicó que «en absoluto» la crisis esté afectando a las obligaciones de la Seguridad Social, que atiende sus pagos, como es el caso de las pagas del mes de julio a los pensionistas. «Lo que intentamos es adelantar nuestros pagos», aseveró.
El secretario de Estado de la Seguridad Social indicó que en otros países europeos se han tenido que realizar reformas en los sistemas de protección como consecuencia de la crisis, algo que, incidió, no ha sucedido en España. Según señaló, aquí las reformas en que se trabaja son para «consolidar» el sistema en un futuro, para que en los años 2030 ó 2040 «la situación económica de la Seguridad Social siga siendo tan buena como en estos momentos».
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