Las crecientes tasas de desempleo provocarán más suicidios y homicidios, informó un equipo de investigadores de Europa y Estados Unidos en la revista médica The Lancet.
Los autores agregaron que las iniciativas oficiales paraque las personas mantengan el empleo o lo recuperen serían muyútiles.
El equipo del doctor David Stuckler, de la University ofOxford, en el Reino Unido, analizó cómo los cambios económicosmodificaron las tasas de mortalidad en 26 países de la UniónEuropea (UE) en las últimas tres décadas e identificó cómo losgobiernos podrían reducir los efectos dañinos de la crisiseconómica.
Los autores hallaron que por cada 1 por ciento de aumentodel desempleo, hubo casi un 0,8 por ciento de incremento en lastasas de suicidio en menores de 65 años. Eso se traduce en unos60 a 550 suicidios más por año en la UE en épocas de crisiseconómicas.
Las tasas de homicidio también aumentaron un 0,8 por cientopor cada 1 por ciento de crecimiento del desempleo, o entretres y 80 homicidios más en Europa.
Ambas consecuencias se concentraron principalmente en lapoblación en edad productiva.
El equipo halló también que cuando el crecimiento deldesempleo superaba el 3 por ciento, las tasas de suicidio paralos menores de 65 años crecían un 4,5 por ciento (250 a 3.220muertes extra en la UE) y la mortalidad por alcoholismo subíaun 28 por ciento (1.550 a 5.490 muertes adicionales en la UE).
Pero la intervención gubernamental puede ayudar.
«Por cada 10 dólares más por persona de inversión enprogramas activos en el mercado laboral se redujo un 0,038 porciento el efecto del desempleo sobre los suicidios», informó elequipo.
«Observamos que el gasto social en programas activos parael mercado laboral (…) mitigó el efecto del desempleo sobrela tasa de mortalidad por suicidio, lo que creó una buenaoportunidad para alinear los paquetes de estímulos para lasinversiones en el mercado laboral con la promoción de lasalud», señalaron los autores.
«Los gobiernos podrían proteger a sus pueblos si destinanpresupuesto para adoptar medidas que mantengan a las personasen sus empleos y ayudar a aquellos que pierden el trabajo asuperar los efectos negativos de la desocupación y permitir quelos desempleados vuelvan a trabajar rápidamente», añadieron.
En un comentario publicado con el estudio, los doctoresAndreas Lundin y Tomas Hemmingsson, del Instituto Karolinska,en Estocolmo, Suecia, escribieron: «Cuando el sistema deseguridad social no está extendido, el desempleo es un mediadorprobable entre la enfermedad mental y el suicidio».
«Sin el efecto moderador del seguro de desempleo, elescenario más probable, como lo sugirió el equipo de Stuckler,es que al crecimiento de las tasas de desempleo le siga elaumento de los suicidios», destacaron los expertos.
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