Toda la plantilla de la planta productiva de Trenzas y Cables (TYCSA) en Cantabria secundó hoy el primer día de huelga convocado por el comité de empresa por el nuevo convenio colectivo, cuya negociación se interrumpió el pasado miércoles tras fracasar una reunión de mediación convocada por el Orecla (Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales).
Según precisó Jesús Palomino, presidente del comité de empresa de la fábrica de TYCSA en Nueva Montaña (UGT, CC.OO. y USO), la actividad de la planta ha estado paralizada durante todo el día por el unánime respaldo de la plantilla, integrada por 152 trabajadores, a la movilización.
El sindicalista recordó que el próximo lunes 13 de julio se llevará a cabo la segunda jornada de huelga, de 6 a 22 horas, y «si para entonces no ha habido un acercamiento con la empresa en las negociaciones, se ampliará el calendario de movilizaciones».
Palomino reiteró su crítica a la dirección de TYCSA porque «se mantiene inflexible en sus planteamientos y no muestra por ahora interés alguno en negociar y llegar a un acuerdo». A su juicio, «la oferta actual de la empresa es inasumible».
Los sindicatos de Trenzas y Cables reivindican una subida salarial del IPC real más un 0,5%, la reducción de la jornada laboral que ahora supera a la estipulada en el convenio colectivo del Metal, además de un plus de turnicidad, informó UGT en nota de prensa.
El presidente del comité de empresa de TYCSA recordó también que los sindicatos exigen que se reconozcan las enfermedades profesionales y lesiones «que se están produciendo por la sobrecarga de trabajo derivada de la reducción de personal y que la mutua se niega a reconocer de manera sistemática» y la solución al problema de las altas temperaturas en el interior de la fábrica «porque no hay ventilación».
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