El sector metalúrgico de la provincia de Pontevedra, más de 25.000 trabajadores de unas 2.000 empresas, retoman hoy su actividad después de 23 días de huelga –aunque muchos operarios ya habían vuelto a trabajar antes– y con el convenio colectivo aún pendiente de firmar.
Los sindicatos desconvocaron el paro al constatarse la división en la unidad de acción entre ellos, y con el fin de replantear sus estrategias y buscar de nuevo esa unidad. Así, UGT fue la primera central que se desmarcó del conflicto, el pasado 1 de julio, mientras que CC.OO. decidió ayer en asamblea sumarse a esta decisión, y la CIG hizo lo propio poco después, para no quedarse sola al frente de la convocatoria de huelga.
En todo caso, los representantes del metal de las tres centrales tienen previsto reunirse hoy, a las 17.00 horas en el local de UGT, para reformular su estrategia en la negociación del convenio y estudiar cómo se podrían plantear nuevas movilizaciones –posiblemente de forma puntual, para que los trabajadores no viesen aún más afectados sus salarios– en caso de que no haya acuerdo con los empresarios. Además, los mediadores de la Administración iniciarán los contactos hoy para volver a convocar la mesa de negociación.
CIG, CC.OO., y UGT rechazaron, el pasado 30 de junio, la propuesta de incremento salarial planteada por los mediadores por considerarla «insuficiente» y siguen pidiendo un aumento del 4 por ciento, mientras que la patronal habla de un 2 por ciento para este año y el IPC más 0,5 para 2010 y 2011.
Después de casi un mes de huelga, la parte empresarial advirtió de las consecuencias que el conflicto está teniendo en la industria metalúrgica y, de forma indirecta –porque tienen otro convenio– en los astilleros. De este modo, denunciaron que unos 9.000 trabajadores no cobrarán, o lo harán con problemas, la nómina de junio, y que el sector ha perdido más de mil millones de euros.
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