España atrajo en plena crisis un total de 211 proyectos de inversiones extranjeras en 2008, lo que supone un 18% menos que un año antes, aunque el mayor impacto de esta reducción se dejó ver en los empleos creados por ellas, que cayeron hasta un 31%, según el estudio anual de Ernst & Young ‘Country Attractiveness Survey’.
Con todo, España acogió un 6% de las inversiones en Europa, lo que le valió para mantener el cuarto puesto como país más atractivo para la inversión extranjera en el viejo continente, por detrás del Reino Unido, Francia y Alemania.
Esta evolución está en línea con la del conjunto de Europa. Así, estos países registraron un total de 3.718 proyectos de inversiones durante 2008, sólo seis más que en 2007, si bien el total de puestos de trabajo creados por las iniciativas inversoras cayó un 16%.
«Tras cinco años de crecimiento sostenido en las inversiones europeas, la tendencia ha llegado a su fin en 2008», indica el informe antes de añadir que «el verdadero impacto de cómo la recesión global ha golpeado la inversión interna aún no se ha puesto de manifiesto».
«Muchas de las decisiones de inversión efectuadas en 2008 han tenido lugar bastantes meses antes, lo que explica por qué en el pasado año se registraron tantos proyectos como en 2007», por lo que el informe espera que «la recesión en 2009 agudice su impacto negativo en las inversiones directas extranjeras en Europa».
Los comentarios están cerrados.