Cruz Roja Española admite que la colaboración de las empresas ha caído en un 80% por la crisis

Cruz Roja Española (CRE) informó ayer de que el número de empresas que colaboran con esta ONG ha descendido un 80 por ciento, a consecuencia de la crisis.

Este dato fue aportado por Carmen Cárdenas, del Plan Empleo de CRE, en la presentación de dos nuevas secciones de la página «web» de Fundación Migrar, para la integración socio laboral de personas inmigrantes.

Asimismo, reveló que los programas de inserción laboral de Cruz Roja pasaron de crear cerca de 2.500 puestos de trabajo en el primer trimestre de 2008 a poco más de 1.000 en el mismo trimestre de este año.

Cárdenas dijo además sentirse «preocupada» por el «deterioro de los derechos laborales» que sufren los trabajadores y especialmente los inmigrantes, «ante la situación de crisis».

«Cogemos el puesto de trabajo que sea» para llegar a final de mes y eso puede significar «contratos temporales, por horas y sin todos los derechos garantizados», aseguró la experta de empleo, que insistió en que la crisis «afecta a todos pero más a los que son más vulnerables», como son los inmigrantes.

Además, Cárdenas incidió en la «pérdida de capital humano» que hay en España, porque «estamos desperdiciando a gente más preparada en trabajos menos cualificados» refiriéndose a los inmigrantes que llegan con estudios universitarios y sólo encuentran trabajos en «obras, cuidando personas mayores y como asistentes del hogar».

Por su parte, Raúl Báez, gerente de la Fundación Migrar, presentó las dos nuevas secciones («Vivienda» y «Comunidad intercultural») del portal que tiene como objetivo favorecer la integración de personas inmigrantes en España mediante la oferta de contenidos y servicios «on line».

El portal, que supera los cinco millones de visitas en sus cuatro años de vida, recibe a personas de «más de 80 países distintos», aunque en su «mayoría suelen ser latinoamericanos que encuentran más facilidades gracias al idioma», indicó Báez.

Por último, Báez destacó la importancia de que, con el tiempo, se «deje de hablar de personas inmigrantes para hablar de ciudadanos que viven junto a nosotros».