El presidente de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), Gonzalo Urquijo, aseguró ayer que el 75% de los trabajadores del sector se encuentra en regulación de empleo.
Urquijo es, además de presidente de Unesid, director general de ArcelorMittal, que recientemente lanzó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal para sus casi 12.000 trabajadores en España.
Durante el almuerzo tras la junta general de Unesid, el presidente de la patronal indicó además que la producción de acero se situó en 4,24 millones de toneladas en los cuatro primeros meses del año, un 37% menos que en el mismo periodo de 2008, mientras que el consumo de este producto registró hasta abril un descenso del 54%.
«Si se mantiene la recesión tan extrema, podría ponerse en cuestión la recuperación de la industria del metal», aseguró Urquijo, quien advirtió de la persistencia de los problemas de financiación y del creciente riesgo de impago. «Hay algo peor que no vender, que es vender y no cobrar», señaló.
Para superar la crisis, el presidente de Unesid pidió medidas financieras que garanticen el crédito e iniciativas destinadas a impulsar la demanda y a mejorar la competividad. Además, se mostró a favor de «reducir costes administrativos», entre ellos las imposiciones portuarias.
Durante 2008, la industria siderúrgica española produjo 18,6 millones de toneladas, un 1,9% menos que en el ejercicio anterior, en un contexto de «caída acusada de la demanda desde el segundo semestre», que llegó a alcanzar el 22,9%.
Pese a la caída de la demanda, las exportaciones permitieron contener el descenso de la producción. Las ventas al exterior aumentaron un 19%, alcanzaron 9,3 millones de toneladas y procuraron ingresos por 8.800 millones.
Durante la junta general de Unesid, celebrada ayer, se aprobó el nombramiento del hasta ahora director de mercados y estadística, Andrés Barceló, como nuevo director general de la patronal, en sustitución de Juan Ignacio Bartolomé.
«DIAGNÓSTICO INCOMPLETO».
Por su parte, la secretaria general de Industria, Teresa Santero, aseguró que el último año ha sido «muy duro» para la actividad económica y reconoció que su departamento no esperaba un deterioro como el que se ha producido.
«Debo admitir que el diagnóstico era incompleto y que el ajuste es más grave de lo que preveíamos», afirmó Santero, quien sostuvo que «la crisis pilló desprevenidos a todos los gobiernos».
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