El primer fabricante indio de automóviles, el grupo Tata Motors, anunció este viernes las primeras pérdidas en ocho años, y advirtió de que podría haber nuevos despidos en sus marcas británicas Jaguar y Land Rover, afectadas por la ralentización económica mundial.
El grupo Tata Motors, incluidos Jaguar y Land Rover, sufrió una pérdida neta de 25.000 millones de rupias (520 millones de dólares) en el ejercicio presupuestario 2008-2009, concluido a finales de marzo, tras un beneficio neto de 21.700 millones de rupias indias en el ejercicio anterior.
Sin incluir las dos firmas británicas, el beneficio neto anual cayó un 50%, quedando en 10.000 millones de rupias, indicó en mayo la filial del conglomerado Tata.
El presidente adjunto de Tata Motors, Ravi Kant, indicó en una rueda de prensa que las ventas de modelos Jaguar y Land Rover cayeron un 32% interanual entre junio de 2008 y marzo último.
«Actualmente, las cosas empiezan a mejorar ligeramente. (Pero) podría haber más pérdidas de empleos y cierres de fábricas si resulta necesario», declaró el directivo.
Tata Motors compró en la primavera de 2008 Jaguar y Land Rover por 2.300 millones de dólares al estadounidense Ford. Pero las adquisiciones resultaron más dolorosas de lo previsto.
El grupo indio ya había anunciado en enero la supresión de 450 empleos, 300 de ellos ejecutivos, invocando la caída de la demanda en Europa y en Norteamérica de vehículos de lujo, como consecuencia de la crisis económica.
Pese a las dificultades de sus ‘joyas’ británicas, Tata prevé
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