La CEOE reiteró hoy su apoyo a la continuidad en el funcionamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña, puesto que su cierre supondría el cese de 600 empleos directos y otros 1.000 indirectos.
En un comunicado, la patronal expresó así su postura tras conocerse el informe favorable y unánime que ha realizado el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de la solicitud de renovación de la autorización de explotación por 10 años.
Según argumentó la organización, numerosas entidades e instituciones se han manifestado a favor de la continuidad en el funcionamiento de la central nuclear por, entre otras importantes razones, las repercusiones negativas que el cierre de Garoña tendría sobre el empleo de la zona burgalesa.
Además, destacó que la energía nuclear cuenta con ventajas como la calidad, la garantía de suministro, precios competitivos y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. En este sentido, la organización argumentó que el impacto negativo del cierre de Garoña afectará también al resto de consumidores, «que se encontrará con un sobrecoste», y encarecerá el mix eléctrico.
Más concretamente, la CEOE recordó que la central de Santa María de Garoña, con una potencia instalada de 466 MW, produce más de 3.500 GWh al año. Además, insistió en la importante colaboración de la energía nuclear, frente a otras tecnologías de base, en la lucha contra el cambio climático, al no generar prácticamente emisiones de CO2 a la atmósfera.
«El cierre de Santa María de Garoña implicaría la sustitución de su potencia (466 MW) por otras tecnologías de base emisoras de CO2 y cuyo coste de producción sería superior», apostilló.
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