La federación de Metal, Construcción y Afines de UGT (MCA-UGT) teme que Electrolux plantee a finales de año el cierre de la fábrica de lavadoras de Alcalá de Henares (Madrid) y la deslocalización de su producción a otras plantas europeas del grupo, por lo que está preparando un calendario de movilizaciones para el mes de julio.
En un comunicado, la organización sindical criticó que la dirección de la compañía lleva «demorando varios meses», desde el pasado febrero, dar a conocer sus planes de futuro en relación con este centro, a pesar de las «reiteradas reclamaciones» realizadas por el comité de empresa.
Así, considera que este retraso puede formar parte de una estrategia dirigida a «desmantelar» la planta madrileña, de la que dependen 450 trabajadores directos y más de 1.500 empleos indirectos, en una comarca «especialmente azotada por el desmantelamiento industrial».
En la última reunión mantenida con la dirección, según MCA-UGT, la empresa «volvió a retrasar hasta finales de año informar de sus planes a los sindicatos, ya que la planta está todavía en ‘fase investigación’, un término que no gusta».
«Cada vez que la empresa lo ha utilizado para referirse a otras fábricas en las reuniones del comité de empresa europeo, éstas han terminado por echar el cierre», advirtió el sindicato.
CONGELAN SUS SUELDOS.
MCA-UGT afirmó que el temor a una deslocalización «se acrecienta día a día», a pesar del plan de viabilidad elaborado conjuntamente entre el comité de empresa y la dirección para hacer frente a la crisis y que recoge el compromiso de los trabajadores de aumentar la productividad de la planta, congelar sus sueldos y flexibilizar su jornada de trabajo y su horario.
«Electrolux sigue sin pronunciarse sobre el futuro de la planta, mientras que sí lo ha hecho con las fábricas de lavadoras que tiene en Italia y en Suecia, donde ya ha anunciado importantes inversiones», lamentó.
Por este motivo, el sindicato ha comenzado a elaborar un calendario de protestas que incluye, en una primera fase, una concentración ante la Embajada de Suecia en Madrid, y otra ante el Ministerio de Industria, ambas en julio. «En caso de no obtener respuesta, se plantearán movilizaciones más contundentes», afirmó.
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