La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, urgió ayer a la reforma del sistema de pensiones para garantizar su equilibrio financiero a largo plazo con la «ayuda complementaria» del sector privado para enfrentar los retos que supone el envejecimiento de la población. «Juntos, ámbito público y privado podemos con esto», aseguró.
Durante su comparecencia ante la Comisión de seguimiento del Pacto de Toledo en el Congreso, reclamó un pilar empresarial de previsión complementaria para compensar un mercado laboral «asimétrico y discriminatorio» en materia de ahorro finalista, en el que hay dos millones de trabajadores en empresas que cuentan con esquemas de previsión de segundo pilar que cobran «una doble pensión», y más de diez «con sólo la pública». «Es radicalmente injusto y socialmente ineficiente», señaló.
No obstante, señaló que un esquema de segundo pilar no depende únicamente de un fondo de pensiones, en el que la rentabilidad depende de los mercados en los que esté emplazado y los que los adquieren «no son conscientes de ello». «Existen diferentes productos de ahorro-previsión con diversas variables de riesgo, no sólo fondos de pensiones» remachó. Por este motivo abogó porque la legislación permita a los ciudadanos tomar decisiones sobre sus futuras pensiones «en función de lo que prefieran»
«Hemos perdido muchos años durante los cuales hubo mucho dinero para encauzarlo al ahorro finalista», lamentó González de Frutos, quien advirtió de que fomentar ese ahorro hubiera conseguido que ahora «se tuviera mucho menos miedo» a las turbulencias en los mercados financieros.
«FALSA SEGURIDAD» DEL SUPERÁVIT.
González de Frutos señaló que desde la organización que preside se tiene un «alto concepto» del sistema de pensiones, que considera «potente, eficiente y capaz», si bien esta satisfacción no puede convertirse en «falsa seguridad» ante el envejecimiento poblacional, que provocará un esquema demográfico «desconocido por la Historia de la Humanidad».
«El primer mensaje que debería recibir la sociedad española es que es sistema de pensiones español ha de ser reformado porque la evidencia demográfica e internacional nos señala machaconamente que éste es el camino», advirtió.
En este sentido, señaló que ni la existencia de un superávit garantiza la estabilidad financiera del sistema de pensiones, ni necesariamente un déficit significa que esté «quebrado». «La pregunta no es si se pagarán las pensiones en el futuro, porque la respuesta es sí», incidió González de Frutos, quien puso el énfasis del debate en la tasa de sustitución de salarios que supone la pensión publica, actualmente en el 81%, la más alta de la OCDE.
QUE LOS TRABAJADORES EMPIECEN A AHORRAR ANTES.
La también vicepresidenta de la CEOE lamentó que España carece de una «política adecuada» de difusión de proyecciones oficiales sobre la sostenibilidad del sistema realizada desde la independencias y la estricta profesionalidad, y abogó por la creación de un Comisionado de Seguridad Social «independiente y elegido en función de su pertinencia profesional», como ocurre en Estados Unidos.
En este sentido recalcó la importancia de que trabajadores y cotizantes tengan más información fiable, como ocurre en otros países de nuestro entorno, para que los trabajadores y cotizantes «empiecen a ahorra antes».
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