El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, discrepó ayer con la opinión del Banco de España de que es «ineludible» llevar a cabo una reforma laboral.
En los pasillos del Senado, Corbacho afirmó que, «en todo caso, se trata de la opinión del gobernador del Banco de España.
Yo no la comparto, más allá de que la respete».
En este sentido, afirmó que el Gobierno respeta todas las opiniones, si bien aseguró que el Ejecutivo «no tomará ninguna decisión unilateralmente sino es en el marco del diálogo social».
De este modo, Corbacho también rechazó las declaraciones efectuadas ayer por el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, quien recomendó a España poner en marcha una reforma laboral.
Respecto a la marcha de las negociaciones sobre el diálogo social, Corbacho reconoció que la intención es cerrar cuanto antes un acuerdo, si bien no precisó si la negociación se cerrará antes del verano.
Por otra parte, el ministro de Trabajo e Inmigración insistió en que el Ejecutivo no trabaja con hipótesis de déficit de la Seguridad Social, sino que mantiene una previsión de superávit de entre el 0,3% y el 0,4% para este año.
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