Unos 300 trabajadores, convocados por la UGT y los sindicatos de profesionales con licencia para operar en centrales nucleares APLOC-FELO, se concentraron hoy en la planta de Vandellós II (Tarragona) para pedir que no se cierre la central burgalesa de Santa María de Garoña.
Fuentes de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós (Anav) y la Secretaria General de la UGT en la central, Paloma León, cifraron en declaraciones a Europa Press en 300 personas los manifestantes reunidos, en una concentración que no contaba con el apoyo de CC.OO., que tiene el mismo número de delegados sindicales en la central que UGT
León rechazó el cierre de Garoña porque supondría la destrucción de puestos de trabajo en una zona donde «no hay alternativa industrial». El anuncio de convocatoria de la UGT y APLOC-FELO apuntaba a las «actuales circunstancias de crisis» y la «destrucción generalizada de empleo» como argumentos para rechazar un cierre que no está sustentado «técnicamente».
«La mejor defensa de los puestos de trabajo es que no se cierre la planta» de Garoña, apuntó León, que además anunció una serie de movilizaciones en otras centrales nucleares como medida de presión del sindicato antes de que se dé a conocer la decisión del Gobierno.
De este modo, los trabajadores han convocado una nueva concentración el próximo jueves en las instalaciones de la central nuclear de Ascó, también en Tarragona.
El Gobierno debe decidir antes del 5 de julio acerca del cierre de la central nuclear de Garoña, después que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se pronunciara a favor del mantenimiento de la actividad de la central «con condiciones» por 10 años más, algo que choca con el programa electoral del PSOE, que apostaba por el cierre paulatino de las nucleares españolas.
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