La Asociación de Constructores Europeos de Automoviles (Acea) considera que el proceso de destrucción de empleo derivado de la crisis económica terminará el próximo año, si bien la industria de automoción no recuperará los niveles de ventas y producción de 2007 al menos hasta 2014 ó 2015.
Así lo aseguró en una entrevista concedida a Europa Press el secretario general de Acea, Ivan Hodac, quien señaló que la situación económica sigue siendo «extremadamente mala» y advirtió de que la recuperación al término de la crisis será «muy lenta».
Ivan Hodac pronosticó una caída de la producción de coches en Europa del 25% este año. Aunque apuntó que comienza a verse el fondo de la crisis económica, precisó que todavía no se ha tocado ese fondo. «En absoluto», remachó.
Así, señaló que las cifras de matriculaciones están distorsionadas por el efecto de las ayudas a la compra implementadas en diversos países. Aunque expresó su respaldo a estas iniciativas, advirtió de que se han dirigido «más a coches pequeños que a coches eficientes», por lo que algunas marcas como Mercedes o BMW prácticamente han quedado fuera.
El responsable de la patronal europea pidió que las ayudas no concluyan de una forma abrupta, para prevenir un rápido desplome del mercado, y subrayó que estos incentivos no son para la industria del automóvil, sino para el consumidor y para los propios estados, que se benefician de ellas a través de una mayor recaudación fiscal y previniendo el desempleo.
Así, hizo hicapié en que por cada empleo que se pierde en el automóvil se destruyen otros doce puestos de trabajo en sectors vinculados. A su juicio, la Administración Obama ha entendido la importancia de la automoción y por eso «ha nacionalizado» General Motors. «Se puede criticar la decisión, pero no negar la importancia de la industria», dijo.
OPEL.
Respecto a Opel, señaló que lo más importante es que no se pierdan todos los puestos de trabajo en Europa (unos 55.000), lo que sería «un desastre», pero al mismo tiempo pidió que las mismas medidas que se están tomando con esta marca puedan aplicarse a otros fabricantes «en desventaja».
Hodac admitió que Europa tiene un exceso de capacidad de producción instalada del 20%, aunque, a su juicio, la solución a esta situación debe ser gradual. «En 2007, cuando se vendían todos los coches fabricados, los sindicatos se oponían a cualquier ajuste. Ahora, con la crisis, los Gobiernos no quieren que aumente el paro», argumentó.
En todo caso, ve inminente un proceso de consolidación en el sector del automóvil, en el que se mantendrán los grupos automovilísticos con una capacidad de producción de entre cinco o seis millones de unidades anuales.
El secretario general de Acea se refirió al tratado de libre comercio que la Unión Europea negocia con Corea del Sur, y advirtió de que los planteamientos del país asiático son «inaceptables» no sólo para la automoción, sino para toda la economía europea.
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