El presidente del grupo PESCANOVA Manuel Fernández de Sousa-Faro, aseguró ayer que la piscifactoría inaugurada en Mira (Portugal) marcará «un antes y un después en el municipio, en Portugal y en la acuicultura».
Durante un acto de presentación de la planta en la localidad lusa, Fernández de Sousa destacó la «comprensión y la confianza» del Gobierno portugués y aseguró que fueron estos algunos de los motivos que llevaron a Pescanova a instalarse en Portugal.
Fernández de Sousa, que agradeció la disponibilidad del Gobierno de Sócrates con el proyecto, señaló los beneficios que aportará la planta, denominada Acuinova, sobre la economía y el bienestar de los ciudadanos de este país. «Dará empleo, generará riqueza y progreso y convertirá a Mira en un referente mundial», valoró.
Ante varios centenares de asistentes, entre los que se encontraban el primer ministro de Portugal, José Sócrates, y varios representantes del Gobierno del país, el presidente de Pescanova aseguró que se encontraba «contento», no solo en el plano «profesional», sino también por el «apoyo» del Ejecutivo luso, la «ejecución» del proyecto, su «tramitación» y el «resultado».
Fernández de Sousa-Faro explicó que Acuinova es la primera planta de acuicultura de rodaballo que cuenta con una toma en mar abierto, por tanto, un «reto tecnológico» que ayer vio la luz en Mira, pese a que un principio estuvo destinado a ubicarse en la Costa da Morte de Galicia.
El proyecto se divide en tres partes. La primera es la inaugurada ayer y la segunda está prevista que se ponga en funcionamiento antes de final de 2009, un semestre antes de la fecha prevista. Con esta segunda construcción supondrá alcanzar las 7.000 toneladas de rodaballo anuales, mientras que con la tercera fase situará a Pescanova en las 12.000 toneladas de producción anual.
COMPROMISO LUSO
Por otra parte, el primer ministro luso destacó la «potencia estratégica» que supone Acuinova para la economía portuguesa y aseguró que se trata de una «inversión muy innovadora» que ha logrado crear un «clúster de la acuicultura» capaz de situar a Portugal en «una nueva dimensión».
Según sostuvo Sócrates, se trata de una «inversión crítica» que va a «incrementar la importancia económica, el desarrollo y la investigación del país» mediante la «creación de empleo cualificado», el «aumento de la capacidad exportadora» y el «conocimiento internacional del país».
Así, el mandatario portugués mostró su «orgullo» por que un grupo «tan importante» como Pescanova eligiera la villa portuguesa para instalar la mayor planta de acuicultura del mundo, un proyecto que, «cumpliendo con todas las reglas ambientales», convertirá en «motor» a Portugal.
En el acto estuvieron presentes también otros miembros del Gobierno portugués, como el ministro de Economía, Manuel Pinho, y el de Agricultura y Pesca, Xaime Silva, que felicitó al grupo gallego por su inauguración y resaltó la «sostenibilidad» y la «competitividad» que dará esta planta de producción de rodaballo al país.
Silva recordó los primeros contactos entre Pescanova y el Ejecutivo portugués e indicó que, una vez conocido el proyecto, el Gobierno luso «no podía ignorarlo» porque, señaló, «Portugal es una región de la Red Natura».
El presidente de la Cámara de Mira, Joao Reigota, manifestó que la celebración de esta apertura es un «acto de profundo significado» para el municipio, porque es sinónimo de «empleo» y «riqueza» para los vecinos y para toda la comarca.
600 EMPLEOS
Acuinova ha supuesto una inversión de 140 millones de euros y va a generar más de 200 puestos de trabajo directos, 600 indirectos y «muchos inducidos», según explicó el presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro.
La unidad de Mira tiene previsto producir 7.000 toneladas al año y llegará a su máxima capacidad a partir de 2010, cuando esté concluida la segunda fase del proyecto. La mayoría de su producción estará destinada a la exportación al mercado europeo.
La planta fue construida en «tiempo récord», según destacaron. Comenzó las obras a finales de noviembre de 2007 y los primeros peces fueron colocados un año después, en octubre de 2008. Actualmente, el número de alevines en engorde, colocados en los 1.800 tanques de acuicultura, asciende a 1,5 millones, lo que se traduce en casi 2.000 toneladas de peces.
La piscifactoría abarca todos los procesos relacionados con la actividad, desde el crecimiento, el procesamiento y el embalaje del producto. Para ello se ha utilizado tecnología avanzada, toda bajo un concepto de energía hidráulica que permite un gasto energético mínimo.
Para Portugal, que el grupo presidido por Manuel Fernández de Sousa-Faro se asiente en tierras lusas representa una «respuesta a las directivas de la Unión Europea en materia de acuicultura y un encuentro con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en materia de recursos piscícolas, donde ambas recomiendan incrementar la producción acuícola.
Al acto asistieron, además, la conselleira do Mar de la Xunta, Rosa Quintana; el ministro de Pesca de Namibia, Cadmiel Mutenba; el vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, José Manuel Figueroa; y la presidenta del Puerto de Vigo, Corina Porro; entre otras autoridades.
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