Casi un millar de trabajadores y vecinos de la planta de fabricación de esquís Rossignol, en Artés (Barcelona), se manifestaron ayer para rechazar el despido de 67 trabajadores, más del 20 por ciento de la plantilla, presentado por la dirección para deslocalizar a Francia parte de la producción.
Los trabajadores expresaron su «preocupación» por los efectos que puede tener este recorte para el futuro de la fábrica –la principal industria del municipio–, puesto que aseguraron que la compañía prevé llevarse la producción «de alta gamma» a partir del año que viene, explicó el responsable de CC.OO. del sector en la comarca del Bages, David Ruíz.
En declaraciones a Europa Press, apuntó a que la decisión del grupo francés Skis Rossignol no va acompañada de un plan de viabilidad para las instalaciones catalanas, que son las únicas fabricantes de esquís en España, y aseguró que el futuro de la misma puede quedar en entredicho «si se queda sin el producto de alto valor añadido, el que da más empleo».
«La competitividad de Artés no puede basarse en esquís de gamma media y baja», advirtió Ruíz, por lo que instó a la Generalitat a tomar partido para garantizar la continuidad de una actividad industrial «clave» para el municipio y la comarca, una de las más castigadas por el incremento del paro en los últimos meses.
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