El fabricante alemán de componentes para el sector del automóvil Frape Behr ha acordado con los trabajadores las condiciones del cierre de su fábrica en la Zona Franca de Barcelona, que emplea a 210 personas y cesará la actividad el 31 de julio, según informaron a Europa Press fuentes del comité de empresa.
Las indemnizaciones para los despedidos –que fueron aprobadas en asamblea por la plantilla– ascienden a 45 días por año trabajado con 42 mensualidades, y primas que rondan los 6.000 o 7.000 euros por trabajador.
Fuentes sindicales atribuyeron el ‘sí’ de los trabajadores a la oferta de la compañía al «desgaste» de los últimos años, ya que la empresa ya anunció el cierre en 2007, decisión que desencadenó un conflicto que se prolongó durante meses y que la Generalitat resolvió de forma salomónica autorizando 92 despidos.
«La gente ha preferido coger el dinero que entrar en una situación de conflicto», explicaron a Europa Press las mismas fuentes, que reconocieron que «el miedo» a una salida en peores condiciones «se impuso en esta ocasión».
La multinacional justificó la medida por las pérdidas acumuladas en los últimos años, una situación que se ha visto «agravada por la crisis estructural del sector y la recesión económica actual». Dijo que el cierre en Barcelona busca garantizar el futuro de la empresa en España.
El cese de la actividad productiva en Zona Franca supone un recorte del 58,3% de la plantilla, de modo que la capital catalana mantendrá unos 150 empleos en oficinas y servicios centrales de la multinacional en España. Además, Frape Behr mantiene sus dos centros productivos en Tarragona, con 900 empleados.
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