El número de desempleados en Reino Unido alcanzó entre febrero y abril su pico más alto desde noviembre de 1996, hasta situarse en los 2,26 millones de personas, según datos publicados ayer por la Oficina Nacional de Estadística (ONS, en sus siglas en inglés).
La tasa de paro es ya del 7,2 por ciento, la más elevada desde julio de 1997 y la más alta registrada con los laboristas en el poder, pero aún así la evolución del mercado laboral ha sido menos dramática de lo previsto por los expertos, que habían calculado que el número de personas sin trabajo sería mayor en el trimestre transcurrido hasta abril.
El total de parados se ha incrementado en 232.000, por debajo de las estimaciones apuntadas, al igual que la cifra de demandantes de prestaciones por desempleo, que creció en 39.000, un tercio menos de los 60.000 vaticinados por los analistas y el menor crecimiento de esta variable en diez meses. Aún así, la tasa en este caso se sitúa en el 4,8 por ciento, la más alta desde noviembre de 1997.
Por su parte, la media retributiva aumentó un 0,8 por ciento, más de lo previsto, debido en parte a los ‘bonus’ en el sector financiero, mientras que el número de personas trabajando cayó hasta los 29,11 millones, tras un recorte de 271.000, el mayor experimentado nunca en un trimestre desde que los registros comenzaron en 1971.
Con todo, los expertos saludaron los resultados, aunque consideraron prematuro considerarlos una tendencia de superación de los efectos de la recesión y muchos consideran que la cifra de los tres millones de parados apuntada para el próximo año acabará registrándose debido a los recortes de plantilla a los que las empresas se verán obligadas en los próximos meses.
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