El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró hoy que el Gobierno «no niega ninguna reforma laboral», pero insistió en que ésta debe afrontarse con el consenso de los agentes sociales, pues de lo contrario se estaría incurriendo en una «contradicción» e incluso sería una «traición» al diálogo social.
«El Gobierno no niega ninguna reforma, hará aquellas reformas que estime necesarias y convenientes para seguir avanzando, aunque deberán discutirse en el marco del diálogo social y con el mayor consenso posible», aseguró durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.
Asimismo, Corbacho invitó a los ‘populares’ a que presenten un proyecto no de Ley y pongan negro sobre blanco la reforma laboral que consideran necesaria, después de que éstos volvieran a reclamársela al Ejecutivo.
«¿Por qué no nos vienen aquí y nos dicen qué reforma laboral harían ustedes?. Háganlo por favor. No hago más que escucharles la necesidad de una reforma laboral, pero incluso en sus papeles no han tenido la valentía de ponerla», reclamó.
Además, el titular de Trabajo recalcó que para hacer frente a la crisis es preciso abordarla desde otros ámbitos más allá del laboral, como el fiscal y el económico. Si bien, en contra de las acusaciones de los ‘populares’ que sugirieron que Corbacho está ‘maniatado’ por el Ministerio de Economía y Hacienda, el titular de Trabajo aseguró que su Gabinete es coordinado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Por su parte, la diputada del Grupo Popular Celia Villalobos increpó al Gobierno por su falta de actuación y le pidió que «haga frente a la realidad» porque «el Gobierno tiene que gobernar, cosa que no hace».
Además, cuestionó la capacidad de actuación del ministro de Trabajo y consideró «triste» que el Ministerio de Trabajo sea coordinado «de alguna forma» por el Ministerio de Economía y Hacienda.
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