La ruptura ayer de la mesa de negociación entre la dirección de Caramelo y los representantes sindicales sobre el ERE que afecta a 237 trabajadores provocó incidentes en las instalaciones de la fábrica textil en el polígono de A Grela, donde algunos trabajadores ocasionaron desperfectos y tiraron ropa por la ventana.
Fuentes de Caramelo aseguraron a Europa Press que se produjeron altercados «muy graves» y que incluso tuvieron que recurrir a la Policía porque se estaban produciendo daños «serios e importantes» en mobiliario e instalaciones de los talleres de confección y patronaje. La empresa indicó que realizarán una cuantificación de los daños, pero ya avanzó que presentará una denuncia contra los causantes de los daños.
No obstante, según la portavoz de CIG Textil, Dores Martínez, lo que se produjo fue «una reacción totalmente lógica y natural» por parte de la plantilla porque «los ánimos estaban bastante encendidos» y negó que se ocasionaran daños graves en las instalaciones. Así, redujo los incidentes a que, ante la «actitud inamovible e inflexible» de la dirección en relación al ERE, «la plantilla tenía mucha tensión acumulada».
Los trabajadores permanecen concentrados en el recinto de las instalaciones de la fábrica textil en el polígono de A Grela, donde están también algunos efectivos policiales, pero la situación ya se ha calmado. En todo caso, los representantes de los sindicatos aseguran que mantendrán la concentración con carácter indefinido. «Aquí trabajamos y de aquí no nos vamos», corean.
INTERMEDIACIÓN DE LA XUNTA
Trabajadores de la fábrica textil, en su inmensa mayoría mujeres, volvieron a reclamar la intermediación de la Xunta en las negociaciones y criticaron que en los últimos dos años, el bipartito otorgó 30 millones de euros a la firma sin exigir que se mantuviesen los puestos de trabajo.
«¿Donde está el Gobierno gallego que desde ayer tiene en su mano el informe de la inspección de Trabajo? No puede ser que la única actitud de la Xunta sea tirar mierda al anterior Gobierno y echar balones fuera. Lo que está pasando en Caramelo es perfectamente evitable», aseveró Dores Martínez, para quien el Ejecutivo autonómico adolece de «pasotismo y complicidad» con Manuel Jove.
Mientras los representantes sindicales acusan a la empresa de «boicotear» el proceso negociador, la dirección ha transmitido el mensaje de que «parece que los trabajadores no creen en la compañía, y así difícilmente se puede seguir adelante».
Sin embargo, para los sindicatos, es necesario que la Consejería de Trabajo promueva «una negociación real» porque aseguran que hasta ahora, la dirección ha «boicoteado» las conversaciones y «no ha manifestado ninguna disponibilidad» al diálogo. «Dos partes no pueden negociar si una no quiere», alertó Dores Martínez.
Según la representante sindical, la empresa les comunicó que «no va a haber ninguna propuesta más» y que, por el momento tampoco están convocadas más reuniones sobre el ERE que afecta a 237 puestos de trabajo, la mitad de la plantilla de la fábrica ubicada en A Coruña.
«No han modificado en este tiempo ninguna de sus propuestas», aseveró Dores Martínez, frente a la versión de la empresa, que criticó que los representantes sindicales «no dejaron a la dirección casi ni hablar» y «al poco de iniciar la reunión, se marcharon alegando que las posturas estaban alejadas».
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