El secretario general de La Unió, Josep Botella, alertó ayer de que la crisis que sufre el sector citrícola supondrá el abandono de entre «un 30 y un 40 por ciento» de las explotaciones en un periodo de «cuatro o cinco años», con la consiguiente pérdida de hasta 120.000 empleos, 65.000 dedicados a la recolección y almacenamiento, y el resto, puestos indirectos en sectores como el transporte.
Botella presentó ayer en rueda de prensa los resultados económicos para los productores en la campaña que está ya prácticamente acabada, y en la que los citricultores valencianos verán reducidos sus ingresos en cerca de 481 millones de euros respecto a la pasada campaña, por el descenso de precios, según recoge un estudio elaborado por La Unió basado en los datos oficiales de la campaña con la variedad Valencia Late.
Durante la campaña 2007-2008, los citricultores percibieron ingresos por valor de 1.379 millones mientras que el valor de la actual es de 899 millones de euros, lo que en términos porcentuales supone un descenso de casi el 35 por ciento, subrayó.
Por especies varietales, las pérdidas de ingresos en naranjas sobre la campaña pasada ascienden a 311 millones de euros y a 169 millones de euros en mandarinas. Por provincias, Valencia encabeza la lista de bajada de ingresos con 350 millones de euros, seguida por la de Castellón, con 79, y por Alicante con 59 millones menos.
Destacó que los precios oficiales en campo «han sido malos» en las variedades de mandarinas donde la clementina se cotizó un 6 por ciento más baja que en la pasada, «muy malos» en las variedades de naranjas con un descenso medio del 25 por ciento y «catastróficos» en el limón donde son un 64 por ciento inferiores.
No obstante, precisó que «si se analizan las liquidaciones reales de los operadores comerciales la cosa es para ponerse a temblar», puesto que, según una encuesta realizada por La Unió, las liquidaciones «en mandarinas son un 57 por ciento más bajas que los precios oficiales de Conselleria y en naranjas, se eleva la cifra negativa a un 149 por ciento».
Respecto a las pérdidas de 481 millones de euros, apuntó que representan «115 millones de euros más que el presupuesto anual de la Conselleria de Agricultura, que para este año es de 366 millones de euros», al tiempo que hizo hincapié en que «traerá consecuencias negativas en forma de una clara pérdida del tejido económico que afecta ya a la industria auxiliar citrícola o el abandono de bastantes explotaciones ante la falta de rentabilidad».
Por todo ello, Botella reclamó «un plan de salvamento de la citricultura valenciana consensuado entre la Conselleria de Agricultura y el Ministerio de Medio Rural», puesto que, para la organización agraria, «no se entiende que se salve a un sector como el de las entidades financieras o las empresas del automóvil y se deje perder un sector estratégico económicamente y socialmente imprescindible para buena parte de nuestras localidades».
«ACTUAR CONTRA ABUSOS DE PRECIOS»
Reivindicó además que «hay que actuar contra el abuso de los precios» y avanzó que pedirá a las administraciones central y autonómica que «retiren las ayudas y subvenciones» a las firmas comerciales que liquiden los cítricos por debajo de los costes de producción.
«Hay liquidaciones que son verdaderamente aberrantes», recalcó Botella, quien aseguró que efectuarán «una denuncia pública» de aquellos agentes que cometan «abusos», y arbitrarán mecanismos para que «los agricultores puedan denunciar de forma pública los precios de todos aquellos operadores comerciales que liquiden por debajo de los costes de producción, e incluso si se da el caso, se estudiará entablar algún tipo de acción judicial», dijo.
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