La siderúrgica catalana Celsa presentó ayer en la Conselleria de Trabajo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal para los 1.040 trabajadores de Castellbisbal (Barcelona) durante 120 días en los próximos doce meses, según confirmaron a Europa Press fuentes sindicales.
La empresa justificó la «reducción temporal de la capacidad productiva» en la necesidad de adecuarse a la coyuntura actual del mercado, que ha obligado a revisar las previsiones de ventas efectuadas para lo que queda de este año y para el 2010.
El presidente del comité de empresa, Fernando Puga (UGT), explicó a Europa Press que el expediente está vinculado al «sobrestock» que ha provocado la caída de las ventas por la crisis económica.
Celsa trabaja principalmente para el sector de la construcción, especialmente afectado por la crisis y el expediente llega tras agotar otras medidas de flexibilidad en el centro de trabajo. «Hemos exportado muchísimo, pero ha llegado un punto en que esto no ha compensado el descenso en el mercado», afirmó Puga.
La multinacional, controlada por Francisco Rubiralta, cerró el pasado año con unas ventas de 5.485 millones de euros y tiene actividad industrial en España, Francia, Gran Bretaña, Polonia y Escandinavia. Suma una plantilla de más de 8.430 personas.
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