El juzgado de lo Penal número tres de Jaén ha resuelto imponer una multa de 360 euros a los tres administradores de una empresa en la que un trabajador sufrió un accidente laboral y acabó con una fractura abierta en el tobillo.
Los hechos se desarrollaron en una empresa de Bailén (Jaén) dedicada a la producción y comercialización de materiales de barro cocido, entre ellos, ladrillos. La víctima trabajaba en esta fábrica al frente de una máquina automática apiladora de ladrillos realizando la confección de paquetes para su entrada al horno, según fuentes judiciales consultadas por Europa Press.
Así, el 10 de noviembre de 2005, uno de los ladrillos se salió de su lugar y, para colocarlo correctamente, detuvo el funcionamiento de la máquina, pero dejando en marcha la cinta arrastradora. Acto seguido, se subió a una vagoneta cargada de ladrillos, si bien acabó resbalando y cayendo sobre la cinta transportadora de tal modo que se atrapó el pie izquierdo, resultando con una fractura abierta de tobillo.
La sentencia especifica que este trabajador no recibió formación e información de los riesgos laborales de su puesto de trabajo, siendo «habitual» el acceso al interior del mecanismo de la máquina apiladora automática sin detenerla en su totalidad por lo que «se permitía el realizar determinadas faenas –como la descrita– en las cercanías de elementos móviles peligrosos».
Ante estos hechos, el juzgado condenó a los tres administradores solidarios de esta empresa, identificados como José M.P., Andrés M.A. y Juan Antonio M.A., por una falta de imprudencia grave con resultado de lesiones a que cada uno abone una multa de 360 euros.
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