RRHH Digital. British Council ha firmado un acuerdo recientemente con la Universidad de Extremadura, la Universidad San Antonio de Murcia, la Universidad de León y la Universidad de Zaragoza. El objetivo es ofrecer su examen IELTS (Internacional English Language Testing System) como prueba de nivel en el centro de idiomas de estas facultades para evaluar la capacidad de comunicación en inglés de los alumnos, así como promover la movilidad internacional de la comunidad universitaria.
Pero este acuerdo no es el único que British Council ha establecido con las universidades españolas. Desde la implantación de IELTS en España, la institución británica ha firmado colaboraciones con otros centros como Universidad de Burgos, Escuela Les Roches de Marbella, Universidad Católica de San Antonio de Murcia, Universidad de Córdoba, Universidad de Santander (Escuela de Turismo), Universidad Pública de Navarra, Universidad Pompeu Fabra, Universidad de Oviedo, Escuela de Negocios Caixa Nova Vigo, Universidad de Valladolid y Universidad des Illes Balears.
Mediante estos acuerdos, los centros universitarios y de formación utilizan el examen IELTS como prueba de entrada o salida de determinados cursos. Éste es el caso de la Escuela Les Roches de Marbella, una escuela de turismo que cuenta con un fuerte prestigio entre el sector y que exige la prueba IELTS como requisito de acceso a sus cursos. También, las becas de Caixanova para MBA, los master de Administración de Negocios en la Universidad Pompeu Fabra, el centro CEADE de Sevilla, el centro ESADE de Madrid y Barcelona, algunas carreras en la Universidad Alfonso X o la universidad de Verano de San Pablo CEU.
El reto de British Council es ampliar esta prueba a la universidad pública, como medida del nivel de inglés de los alumnos que finalicen sus grados en el nuevo Plan Bolonia. Esto no ocurre en ningún centro todavía, pero ante la inminente puesta en marcha de la reforma y la obligatoriedad de acreditar un certificado en un segundo idioma para conseguir el título universitario, será necesario que los centros universitarios adopten una prueba oficial para cumplir con esta premisa. Es una forma de abrir las puertas al alumnado al mercado internacional, tanto en el ámbito formativo como laboral.
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