RRHH Digital. La coyuntura de crisis que atraviesa el mercado español ha llevado al 16% de las compañías implantadas en nuestro país a frenar la adquisición de vehículos nuevos con el objetivo de ahorrar costes en un entorno claramente incierto. En el caso de las grandes compañías este “frenazo” ha sido más acusado afectando a casi la cuarta parte de las empresas de mayor tamaño, según revela El Observador del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval, compañía de renting perteneciente al grupo BNP Paribas.
El estudio –realizado entre casi 3.400 gestores de flotas de pymes y grandes empresas en doce países con el objetivo de determinar las prácticas actuales y tendencias futuras en este sector- pone de manifiesto cómo las empresas españolas están respondiendo a la crisis más lentamente que sus homólogas europeas, a pesar de sufrir sus efectos con mayor virulencia (paro, endeudamiento, etc.).
De esta forma, sólo un 18% de las pymes españolas reconoce haber modificado su política de flotas para adaptarse al nuevo contexto económico, frente a un 56% que asegura que no cambiará las líneas directrices que definen la adquisición y uso de sus vehículos. Entre las grandes corporaciones se percibe una respuesta más contundente al entorno económico actual (27%), conscientes del potencial de ahorro que supone una gestión adecuada de sus flotas.
Entre aquéllas que sí lo han hecho, el estudio muestra que una de cada diez compañías está aplicando recortes no sólo en el tamaño de su flota sino que además está rebajando la categoría de sus vehículos. Asimismo, el 10% de las empresas reconoce estar reduciendo el tamaño del motor de sus coches, orientándose hacia automóviles más eficientes que garanticen un mayor ahorro de combustible y emisiones.
Pensar en verde
En este sentido, el Observador del Vehículo de Empresa revela que los vehículos ‘verdes’ siguen siendo la alternativa preferida y más realista para las empresas españolas para ahorrar costes, por encima de los vehículos híbridos o eléctricos que se plantean todavía como una alternativa de futuro. Así, el 65% de las compañías españolas prevé renovar sus flotas en los próximos dos años con diferentes modalidades de vehículos “ecológicos”.
Según el informe, casi la mitad de las empresas españolas utilizará en 2011 vehículos de consumo eficiente (Eco2, Econetic, Bluetec, etc.), mientras que sólo un 10% y un 25% aportarán su “granito de arena” al Plan Movele (Movilidad Eléctrica) del Ministerio de Industria, incorporando coches eléctricos e híbridos, respectivamente. Alrededor del 30% de las empresas empleará automóviles que circulen con biocarburantes y cerca de un 14% con combustibles alternativos como etanol o gas natural.
Ganarse a los empleados
No obstante, el Observador advierte que este giro en la car policy –coches más pequeños, modelos inferiores de gama, etc.- puede conllevar decisiones “controvertidas” que obliguen a las empresas a desarrollar iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) para conseguir un cambio de mentalidad en los empleados dirigida al ahorro, la seguridad vial y el medio ambiente.
Según el estudio, seis de cada diez empleados muestra más predisposición a conducir un vehículo ‘verde’ o participar en cursos de conducción eficiente, antes que reducir el tamaño de sus coches. Esto explica que las compañías estén apostando, cada vez más, por ofrecer información completa sobre el impacto medioambiental de la flota y participando en iniciativas de reducción de emisiones. Según diversas fuentes, un conductor formado puede ahorrar hasta un 15% de combustible y mejorar su índice de siniestralidad
Los vehículos de incentivos y las furgonetas se resienten por la crisis
Por otro lado, el estudio revela que la crisis ha limitado en este último año el papel del vehículo corporativo dentro de la política retributiva de las empresas españolas. En la actualidad, sólo el 8% de las pymes utiliza estos vehículos para retribuir a sus empleados, frente al 20% de las europeas. Esta práctica es más frecuente entre las grandes empresas nacionales, donde casi dos de cada diez lo utiliza como remuneración al empleado, frente al 32% de las europeas.
Asimismo, la crisis económica ha motivado que los industriales ligeros, tradicionalmente utilizados por los autónomos, hayan perdido también peso en este último año. Sin embargo, España gana la delantera a Europa en el uso de estos vehículos, presentes entre el 61% de los autónomos y pequeñas empresas. En el caso de las grandes corporaciones, cuatro de cada diez cuentan con estas “furgonetas” en nuestro país.
A pesar de la fuerza con que la crisis está azotando a nuestro país, el Observador del Vehículo de Empresa asegura que el potencial de crecimiento de las flotas en España es muy similar al europeo aunque se percibe un mayor recorrido en las pymes (8%) que entre las grandes empresas (-2%) donde la cultura del renting y leasing ha penetrado mayormente.
Financiar el coche en tiempos de crisis
Por otro lado, el informe evidencia cómo la crisis crediticia internacional está reforzando el papal del renting y leasing como fórmulas de financiación para acceder a un vehículo, hasta el punto de que sólo un 13% de las empresas se plantea comprar antes que alquilar, conscientes de las ventajas que supone integrar en una única factura mensual todos los costes derivados de la adquisición, uso y mantenimiento del vehículo.
No obstante, el estudio muestra diferencias sustanciales de uso y conocimiento de las diferentes fórmula en función del tamaño de la compañía y de la madurez del mercado. El renting sigue siendo la fórmula de financiación preferida por las grandes empresas españolas (62%), por encima de la media europea (38%), mientras que la compra directa (34%) y el leasing (36%) siguen predominando entre las pymes.
Según el CVO, en los próximos tres años el leasing y, muy especialmente, el renting irán ganando peso gradualmente entre las pequeñas y medianas empresas en detrimento de la compra directa y el crédito al consumo. Entre las grandes empresas, el renting irá cogiendo también mayor protagonismo; es probable que seis de cada diez corporaciones usen esta fórmula en 2011.
El “efecto rejuvenecedor” del renting
Finalmente, el estudio constata que la edad media de las flotas está directamente relacionada con el sistema de financiación empleado por las empresas. Así, las flotas más jóvenes (47 meses) se localizan en aquellas compañías que emplean al leasing o al renting para financiar sus flotas, mientras que las de mayor edad se sitúan en aquéllas que realizan una compra directa (77 meses) de sus vehículos o recurren al crédito (66 meses) y que, por tanto, sienten la necesidad de darles más vida para amortizar el gasto realizado.
Según el director internacional del CVO, Vincent Rupied, “el vehículo de empresa puede ayudar a reactivar la demanda, favoreciendo el rejuvenecimiento del parque con vehículos más seguros y menos contaminantes. No obstante, no debemos olvidar que tan importante como impulsar la compra de coches ‘verdes’ es favorecer lar retirada de los vehículos más antiguos y menos eficientes, ya que un coche Euro IV o V siempre contamina menos que un vehículo de más de 10 años”.
El Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO) es una plataforma fundada en el año 2003 con el objetivo de servir de foro experto e internacional para el intercambio de información entre todos los profesionales de la gestión de flotas de vehículos. Actualmente, este barómetro del sector está presente en una docena de países, centrando su actividad en las últimas tendencias en el sector de la gestión de flotas, el impacto medioambiental del transporte profesional, así como la seguridad en carretera y la prevención de accidentes, entre otras materias. En esta última edición incluye un capítulo específico sobre los efectos de la crisis sobre el mercado de flotas.
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